“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

martes, 2 de julio de 2013

Que no nos chuleen

El regateo puede ser divertido si queremos comprar una alfombra en un mercadillo o un mueble de segunda mano en el rastro. Pero si quienes juegan al trapicheo son las instituciones, la cosa no tiene tanta gracia. Mal asunto cuando la Administración y los sindicatos nos quieren chulear y vendernos una burra coja o una moto hecha fosfatina. Se espera de ellos más seriedad, menos cachondeo y menos tomadura de pelo. Con el dinero de los ciudadanos no se puede jugar a marcarse faroles para ver si el otro cae en la trampa. El pasado 26 de julio, el Diario de Teruel publicaba en la página 11 dos noticias de agencia sobre la valoración de las consecuencias de la tormenta de granizo del pasado 21 de junio en la zona del Jiloca. Según el consejero de Presidencia, Roberto Bermúdez, los daños causados por el granizo ascienden a 2 millones de euros y afectan a 5 000 hectáreas; según los sindicatos agrarios, los daños son de doce millones y las hectáreas, 18 000. No se trata de una ligera variación ni del chocolate del loro: la diferencia es de más de tres veces y media en la extensión y seis veces más en la valoración económica. En algo que es verificable y medible, no se puede permitir que nos chuleen de esa manera. Alguien miente: los sindicatos o la Administración. Si miente la Administración, el consejero Bermúdez debería ser expulsado del Gobierno aragonés con cajas destempladas y  condenarle a ganarse el sustento vendiendo mantas, alfombras y relojes de plástico por los pueblos de Aragón. Si los troleros son los miembros de los sindicatos agrarios, se les condenaría a  segar  con corbella y labrar  con machos para ganarse el pan. Por cierto, el Diario de Teruel ha vuelto a demostrar que necesita mejorar mucho: la noticia de la valoración de la DGA de los daños, una notica de la agencia EFE, la publica dos veces, en la página 11 y en la 12 y con distinto titular. Chapuza. Y para ilustrar la noticia, no han pensado en nada mejor que en fotografiar a Carmen Pobo y a un grupo de diputados, concejales y consejeros comarcales en un campo de cebada. Me gustaría saber cuál es la valoración de los daños que hace la experta Pobo. Para otra vez, que no gaste nuestro dinero en gasolina y en chófer para chorradas. Que se quede en su despacho de Teruel; o mejor, en su casa de Cella.

Evaristo Torres Olivas
La guardiana entre el centeno o Reunión entre ababoles

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hoy la susodicha ha estado en las fiestas patronales de Villar del Cobo. El Eco de Teruel la ha fotografiado con otros 4 encorbatados ¿políticos?, uno de ellos tu censor y un quinto sin corbata, ¿el alcalde?.
Saludos.