Evaristo Torres Olivas
martes, 9 de abril de 2013
Los óleos
No es lo mismo comer un buen jamón de Teruel con
denominación de origen que otro de Navidul curado no se sabe cómo ni dónde; no es lo
mismo beber un buen vino de Cariñena o del Somontano, que un cartón de don
Simón. No es lo mismo cocinar con un buen aceite virgen extra del Bajo Aragón
que con otro de semillas de Koipe. En esos casos, el olor y el sabor nos hacen
elegir productos de calidad. Pero, ¿hay alguna diferencia en que a uno lo
bauticen con agua embotellada del Pirineo o con otra del grifo de Teruel?
¿Importa que en el rito ese de la ceniza,
ésta proceda de la combustión de un roble bicentenario o de un puñado de
hierba seca? ¿Tiene alguna consecuencia
positiva que el aceite utilizado para ungir a los enfermos y bautizar a los
niños sea de calidad virgen extra del Bajo Aragón en lugar de aceite de
tractor? Algo debe de haber cuando la Asociación de Empresarios del Mezquín le
regala cada año 100 litros de aceite de oliva virgen extra de la marca Sursum
al Vaticano para el ritual de los óleos. Afirma el presidente de la Asociación,
Ricardo Lop, que así “se contribuye a la promoción internacional de un producto
de excepcional calidad elaborado en Aragón”. Espero que así sea pero la verdad es
que dice bien poco a favor del género humano.
Que nos convenza el argumento de que el mismo aceite que sirve para
bautizar es también el mejor para freír calamares o aderezar una ensalada, es
un buen indicador de nuestra pobreza
mental. Lo mismo que hace unos años se pretendía vendernos un disco o una
batidora con el argumento de que se anunciaba en televisión. Yo no quiero asustarles, pero tengo un
conocido que fue bautizado con agua del Jordán que trajo una tía suya de un viaje a Tierra
Santa; Y al chaval, en la adolescencia, le
salieron unos ronchones colorados en la azotea. A los veinte años era calvo.
¿Cómo podemos estar seguros de que en el Vaticano no se guardan el aceite de
Aragón para preparar los bocatas de los cardenales y a los enfermos y a los
niños los ungen con aceite de tractor reciclado? Tal vez la Asociación de
Empresarios del Mezquín debería reforzar su mensaje con el siguiente eslogan en
sus etiquetas: ¡Para comer como un cura! Sería una afirmación mucho más lógica para
defender la calidad de nuestro aceite.
Etiquetas:
A samugazos
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario