skip to main |
skip to sidebar
“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino
Políticos de medio pelo
Si el lunes escribía en este blog que PSOE y PP la misma m…
es (la eme y los puntos suspensivos significan mierda), la contestación de Ana
Marín a Piñeiro (Diario de Teruel del 2 de marzo) me confirma que,
efectivamente, estamos frente a la misma
porquería. ¿Qué hemos hecho los ciudadanos para merecernos a estos
impresentables? En el caso del Piñeiro, podríamos ser un poco más tolerantes
con su bisoñez, dada su juventud. Pero doña Ana tiene 42 tacos de calendario y
no se puede tener la misma tolerancia. Además, Piñeiro no cobra del erario (de
momento, porque dados los genes que tiene, su objetivo en esta vida será vivir
del cuento de la política), mientras que la señora Marín, que es diputada
pepera en las Cortes de Aragón, nos cuesta un
huevo a los ciudadanos. Si se hiciera el cálculo de su rendimiento (el
cociente entre lo que produce y lo que consume) el resultado sería de una total
ineficiencia. Al igual que Piñeiro, recurre a la selección y manipulación de
las cifras y al y tú más y dos huevos duros. Más que dirigirse a los ciudadanos
(que les importan un higo), se dirigen a los suyos con la esperanza de que les jaleen y les reserven un puesto
remunerado o les prorroguen el que tienen en las próximas elecciones. Tanto Piñeiro
como Marín, seleccionan los números que les convienen, fuera de contexto, se los lanzan a los morros y de paso
aprovechan para descalificar al partido del otro y a sus dirigentes, pero no
con análisis y argumentación sólidos sino con zafiedad, inquina y mala uva. Le
reprocha doña Ana a don Diego “que se permita opinar sobre mi inteligencia [la
de doña Ana]” porque, afirma, “no tengo
el gusto de conocerle”. La verdad es que leyendo los artículos que publica doña
Ana Marín y los que escribe don Diego Piñeiro, no es necesario conocerles más
para darse cuenta de sus limitaciones. A ambos les recordaría que no se deben
utilizar el 11M y las 192 víctimas para criticar al adversario. Si yo fuera un
familiar de alguna de los que murieron en esos atentados o de los 1.858 heridos,
y
me enterara de que dos políticos de medio pelo, como son Piñeiro y Marín,
utilizan la memoria de las víctimas con fines partidistas, me iba a ciscar en
todos sus muertos de las últimas cinco generaciones.
Evaristo Torres Olivas
De medio pelo
1 comentario:
Habría que preguntarse qué víctimas -mortales o no- de cualquier acto que pueda tener una cierta relevancia política no han sido usadas para atacar al adversario (o, en algunos casos, enemigo) político.
Por desgracia, en casos como el del 11M, también las propias víctimas se han dejado alinear, en su mayoría, del lado de un partido mayoritario o del otro. Es así de triste.
Lo que también está claro es que las menos utilizadas políticamente han sido las personas agredidas o muertas por personal al servicio del estado español y/o por la extrema derecha. Mayormente, porque al contrario que otras, casi nunca salen en los telediarios y, si lo hacen, es para ser rápidamente metidas en el cajón del olvido.
Y claro, para la mayoría de la gente lo que no sale en la TV no existe. Si cometes el atrevimiento de señalar alguno de estos otros muertos te miran como si fueras un loco, un idiota engañado o una persona "peligrosa". En cualquier caso, persona non grata que perturba la paz del dominado y, más importante, los esquemas mentales oficiales, y eso casi nadie lo tolera bien.
Somos pastoreados, mientras eso no cambie... y es difícil de atajar, apañados vamos. Harán de nosotros lo que quieran.
Publicar un comentario