“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

miércoles, 3 de octubre de 2012

El “nojau”

Llevo unos días descojonándome de risa. O desternillándome, para no utilizar expresiones malsonantes. Mientras escribo estas líneas, no puedo contener la risa y los ojos se me llenan de lágrimas. No sé si podré terminar. El Diario de Teruel del 28 de septiembre pasado publica el siguiente titular: Arrufat, en una comisión especial del Senado sobre industrialización.  Esto es ya de por sí gracioso, ver el nombre de Arrufat asociado a la industrialización. Pero no más que ver a otros de nuestros políticos en puestos para los que no están capacitados. El descojone  o “desternillamiento” se produce cuando leo el nombre de esa comisión especial. Dejen de beber, de comer, de hacer ajoaceite o cualquier otra actividad que estén realizando en estos momentos. La risa que les puede entrar cuando escriba el nombre de la comisión puede ser peligrosa para usted y los que tiene alrededor: la bebida o comida que lleven en la boca puede salir disparada y se les puede cortar el alioli.  Advertidos quedan. La comisión especial se llama, tachán, tachán, Comision especial para el desarrollo de la internacionalización y ecosistema de la innovación al servicio de la industria española y del mundo en desarrollo.  ¡Con dos cojones! Entre los objetivos del engendro  está, según el senador Arrufat, “la evaluación del “know-how” existente en las empresas de cara a nuevos mercados no tan exigentes”.  Cuando uno lee estas cosas, además de mearse de risa—perdón, mondarse—le entran ganas de largarse de este país cuyos ciudadanos permiten que les tomen el pelo de esa manera. Que nuestros impuestos sirvan para pagar el sueldo y la pensión a una gente que pierde el tiempo en esas chorradas es para llorar, en este caso no de risa, sino de pena y de asco.  Que un político tan mediocre como Arrufat, que tiene serias dificultades para articular un discurso mínimamente coherente en español, y que no supo, por poner un ejemplo, evitar el deterioro y la sangría del Diario de Teruel,  se nos ponga a hablar de “nojau” existente en las empresas, es un chiste de muy mal gusto. E instituciones como el Senado, el Club de la Comedia.

Evaristo Torres Olivas
El "nojau" de nuestros políticos

1 comentario:

Abogado dijo...

Un respeto para El Club de La Comedia. Lo de este pájaro es de traca. Ayer lo entrevistaron en Radio La Comarca ( de Alcañiz) y tela marinera lo que dijo el individuo.¡Por cierto! aunque no salga a manifestarme ESTOY CON LOS DEL 25 S ( esto va para Rajoy y sus secuaces)