Evaristo Torres Olivas
jueves, 2 de agosto de 2012
Servilismo
Don José Luis Pinedo es otro de los políticos tuertos y tenientes. La pérdida de visión y de audición son dos de las enfermedades profesionales más frecuentes en los políticos. Pero revisten una característica especial: que pierden visión de un solo ojo y audición de un solo oído. Son capaces de ver y oír todo lo que hace mal el partido contrario pero nada de las actuaciones del suyo propio. En una Tribuna abierta que publica el Diario de Teruel del pasado sábado, 21 de julio, don José Luis Pinedo, secretario de Organización de la Agrupación local del PSOE de Teruel, y uno de los que se ha quedado sin cargo político de los de cobrar tras la victoria del PP, arremete contra Rajoy. Coincido con la casi totalidad de los puyazos que le asesta al presidente del Gobierno. El señor Pinedo posee agudeza visual y fino oído para detectar las mentiras del Partido Popular. Pero es incapaz de apreciar los muchos errores, meteduras de pata y mentiras como catedrales perpetrados por su partido, el de los socialistas obreros españoles. Ciego total de un ojo y sordo como una tapia de un oído. Es capaz de ver todos los recortes sociales del Gobierno de Rajoy pero ninguno del de Zapatero. Acierta don José Luis cuando afirma que “es preciso abordar una verdadera reforma fiscal que grave realmente a los que tienen el dinero… y también de reducir gastos militares, de aportaciones a la iglesia”. Pero la caga cuando no es capaz de criticar a su partido, que tampoco abordó ninguna reforma fiscal para gravar a los que tienen pasta, ni hizo ningún recorte militar y la Iglesia siguió recibiendo del Estado dinero a espuertas. También lanza el señor Pinedo el dardo de Bankia, dirigido por Rodrigo Rato, pero se olvida de mencionar otros fiascos de cajas de ahorros dirigidas por insignes socialistas y de mencionar que además de Rajoy, Zapatero y el socialista Tomás Gómez apoyaron la candidatura de Rodrigo Rato para presidir Caja Madrid. Y que anteriormente, el mismo Zapatero apoyó a Rato para presidir el FMI. Pero claro, todos estos asuntos caen fuera del campo de visión y del campo auditivo de don José Luis Pinedo, que es tuerto y sufre sordera lateral. A estas dos enfermedades laborales de los políticos también se las denomina servilismo.
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A estacazo limpio
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1 comentario:
Lo peor de esta epidemia es que es terriblemente contagiosa,sobre todo a los votantes con "orejeras"
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