“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

martes, 19 de junio de 2012

La economía y la complejidad (5)

Aunque todos nos reímos cuando Jordi Sevilla le dijo a Zapatero que todo lo que necesitaba saber de economía se lo enseñaba en un par de tardes, tal vez tuviera razón. Lo que pasa es que necesitamos complicar (complejizar dicen algunos para complicar aún más) lo que es sencillo para que no pensemos que los que se dedican a esa actividad son unos simples, o, lo que es aún peor, para disimular el engaño y el timo. Los magos nos fascinan porque disfrazan el muñeco. Si nos mostraran la simpleza del truco,  perderían todo su encanto y su atractivo. Diríamos: ¡vaya chorrada! Sin embargo mediante luces, colorines, humor y música  nos llevan al huerto e impiden que veamos dónde está el truco. La economía también es una chorrada. Se trata de asignar de la manera más eficiente unos recursos escasos. Vamos, que no tiene más complicación que las cuentas que hacíamos en el colegio: si tenemos seis manzanas y somos tres amigos, ¿a cuántas manzanas tocamos por amigo? Lo justo es que cada amigo coja sus dos manzanas y santas pascuas. Pero siempre surge, en el reparto de manzanas, y en la economía, el listillo que no se conforma con sus dos manzanas sino que quiere zamparse las de los demás. Y como robar está mal visto, entonces hay que vestir el muñeco como hacen los magos, para que no se note. Y entonces el listillo te dice: dame tus dos manzanas hoy y dentro de tres meses te devuelvo tres manzanas y una pera. O te ofrece hoy un saco de patatas a cambio de las manzanas que te puedan corresponder en los próximos dos años. El truco consiste en engatusarte con luces, música y colorines para que no notes que te está timando. De esta forma, cuando tú te des cuenta de la estafa, te habrás quedado sin manzanas y él tendrá un banco de manzanas, el First Apple Bank. Pero lo maravilloso del asunto, aquello que nos hará exclamar un ¡oh! de admiración será cuando los economistas nos expliquen que si en un país hay tres habitantes y seis manzanas y un habitante tiene la seis manzanas y los otros ninguna, la media de manzanas por habitante es de dos manzanas. O. en el lenguaje técnico de los economistas, dos manzanas per cápita.
Evaristo Torres Olivas

1 comentario:

Anónimo dijo...

Pues sí. El mundo tiene riqueza sobrada para mantener dignamente a la población actual.
Mientras permitamos la acumulación de riqueza por parte de un indiviudo, está claro que habrá muchos que pasaran calamidades para posibilitar el lujo de unos pocos.
Hay que acabar con la propiedad privada de los medios de producción.
Nadie debe erigirse en controlador de los mismos, ni "amigo" ni enemigo.
Pues sería estúpido pasar de ser chuleados por unos ricachones criminales a serlo por aquellos que han peleado contigo para derribarlos, aunque lo hagan en nombre del bien común.
Hay que acabar con el principio de autoridad o, sencillamente, nos iremos a la mierda como especie junto con el planeta.