Evaristo Torres Olivas
jueves, 21 de junio de 2012
Arrufitis
He recorrido casi todas las especialidades médicas del Polanco. Entre las escasas que aún me quedan por visitar está la de psiquiatría. Pero creo que la necesito. Sufro de algo que no sé qué nombre técnico tiene. Yo lo llamo arrufitis. Cada vez que veo a Antonio Arrufat, en persona o en las fotos de los periódicos, me sube la tensión, el azúcar, el colesterol malo y me sale un grano en el culo. Llevaba un tiempo tranquilo, sin saber nada de él pero hete aquí que un lector del blog me envió hace unos días un enlace al periódico digital Eco de Teruel en el que aparece el censor, junto a otros políticos de Teruel, apoyando a los trabajadores de la cadena Ser. Ni no conociera al sujeto, su presencia junto a los trabajadores de la emisora no me llamaría la atención. Pero tratándose de Arrufat, me produce náuseas. Por varios motivos. Arrufat y la libertad (de expresión) son términos opuestos, un oxímoron, como inteligencia militar o paz armada. Cuando gobernaba su partido, a Arrufat no se le veía en ningún acto, salvo los de inaugurar, presidir y comer y beber a cuenta del erario, y si aparecía era a cien kilómetros de distancia, estando sin estar. Ahora está presente en primera fila en todas las salsas, en cualquier acto, ya sea en una manifestación el día de la huelga general, las protestas de la marea verde o chupando cámara en el balcón de un ayuntamiento del Bajo Aragón en Semana Santa. Fulanos como este son los que contribuyen a convertir la política en un cenagal y a que los políticos ocupen los lugares de cola en las preferencias de los ciudadanos. Arrufat no tiene ideología; está en el PSOE como podría estar en el Partido Tradicionalista y de las Jons. Todas sus acciones, desde que se levanta hasta que se acuesta, en invierno o en verano, en el pueblo o en la capital, están orientadas no al bien común ni a defender los intereses de los ciudadanos sino a defender sus intereses personales, permanecer en los órganos de decisión del partido que le aseguren un puesto en las listas de las elecciones y en aumentar su patrimonio. Don Antonio ganaba una pasta gansa como presidente de la Diputación, gana otra pasta gansa como senador, y cuando muchos españoles no tienen ni una casa, don Antonio tiene varias y también varios solares (según la declaración al Senado). Lo que no le impide que mientras a otros se les niega todo, al senador Arrufat , en plena crisis, le concedan préstamos hipotecarios y préstamos personales. Para eso están los bancos: para dar al que ya tiene mucho y quitar al que poco tiene. Robin Hood al revés: robar a los pobres para dárselo a los ricos.
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A estacazo limpio
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6 comentarios:
¡Vamos, UN GOLFO, de los muchos que hay en política!
Tampoco tiene desperdicio el video de Eco de Teruel, donde aparece Mayte Pérez con la camiseta verde de la enseñanza públca, pero si esta Sra. ha estudiado toda su vida en la Salle. El pueblo no es tonto
se tiene que hacer un traje como superman. que bonito el defensor de los derechos, mañana se pondrá la camiseta negra de los mineros, aunque esa sera la xxxxxl y así subirá el precio de la lana, salvando a los pastores de la provincia de teruel.
cara mas que cara, que no te bajas del mercedes de los burberry el ifone.
No solo te produce naúseas a tí, eso nos ocurre a más personas cuando vemos al personaje en fotos como esta o con los líderes provinciales de UGT y CCOO.
Lo increíble, es que lo dejen presidir estas imágenes, porque se les ve muy felices con él en primera línea.
La señora Pérez -todo el mundo lo sabe- entró en política de mano de Manolo Blasco. Luego, cuando le convino, se pasó al PSOE.
Durante el primer mandato de Marcelino Iglesias,se abrieron nuevas vías en 2 colegios concertados del Ensanche de Teruel, dicen que por presión de Biel, pero así fue la cosa.
Qué poca memoria y qué hipocresía.
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