Perplejo y patidifuso

Quien siga este blog desde hace tiempo sabrá que el censor Arrufat me echó del periódico hace un año y medio. Yo no sé si fue motu proprio o por obediencia debida a instancias superiores. Nunca lo sabré. Los que mueven las cuerdas no suelen dar la cara y los muñecos movidos por las cuerdas obedecen sin rechistar, a cambio de recibir cargos y prebendas. Si bien había recibido algunas advertencias del censor, a las que no hice ni puñetero caso, la espoleta que encendió la mecha fue una tribuna en el Diario de Teruel de Javier Arnal, turolense, alto cargo del Opus,  director de Canal Nou en Castellón, jefe de comunicación de algunas de las visitas del Papa, periodista de ABC y de El Mundo. Un señor de derechas. La decisión del censor, o de los que le mueven los hilos, fue de prohibir que yo escribiera una sola línea más en el Diario, y Arnal siguió mandando sus colaboraciones como si nada, hasta la fecha. No hubiera sido mejor prohibir que escribiera el señor Arnal. Creo que los puyazos entre dos personas con puntos de vista totalmente opuestos enriquecen el debate en un periódico. Pero el censor o sus señoritos, aunque se dicen demócratas, no son muy partidarios de que la gente se exprese libremente. Y los socialistas obreros españoles de Teruel permitieron que siguiera escribiendo Arnal y mandaron a Torres al carajo. Me he puesto a hablar de estas cosas, de la libertad de expresión porque dos tribunas recientes en el Diario de Teruel me han dejado boquiabierto de asombro. Una de ellas la escribe Emilio Catalán Barea, un señor muy de derechas que pone a caldo a Rubalcaba y dice cosas como esta: “La derecha está al lado de la iglesia que es uno de los grandes bienes del patrimonio cultural español”. Termina su tribuna incendiaria de esta manera: “Señor Rajoy, ¿cómo sigue Radio Nacional y TVE en manos de los socialistas? Señor presidente, ponga manos a la obra y no se fie de quien tanto le critica”.  La otra tribuna me sorprende todavía más porque la escribe el mismísimo Javier Arnal. Cito a continuación un extenso extracto de su artículo: “En el lado de la perplejidad y el desconcierto de la comunicación por parte del PP, hay que situar el hecho de que TVE siga en manos de quienes el PSOE decidió en su momento. Hay profesionales excelentes, y otros que anteponen su ideología personal o la del Gobierno de turno a la coherencia profesional. Han pasado 5 meses y TVE sigue igual, con informaciones sorprendentes porque siguen cultivando las “emociones” que interesan al PSOE. Y como último botón de muestra hay que mencionar que TVE haya contratado a Julia Otero: tiene excepcionales cualidades, pero su posicionamiento ideológico es el que ya conocemos, y no lo ha supeditado con frecuencia a su profesionalidad”. Me quedo perplejo y patidifuso. Un periodista que es director de  una de las televisiones más ideologizadas de España, la valenciana, y cuyas colaboraciones en el Diario de Teruel rezuman ideología de derechas en cada palabra, se atreve a censurar a RNE, RTVE y a Julia Otero, que al lado de Canal Nou y de lo que personas como él y del señor Catalán Barea, constituyen un paradigma de independencia y de profesionalidad”.

Evaristo Torres Olivas