“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

jueves, 26 de abril de 2012

Dos maneras

Algunos han dicho que les parece mal que el rey (me niego a poner en mayúscula lo minúsculo) se haya gastado un montón de pasta para cazar elefantes. Mal está gastarse la pasta y peor cazar elefantes. Otros les han contestado que el rey no se ha gastado ni un duro, que ha sido invitado por un empresario árabe. Y además, tampoco les parece mal que haya cazado elefantes  porque en Botsuana no está prohibido. Son dos maneras de ver un mismo asunto.  A mí me parecen malas las dos. Todavía hay gente que considera que abatir elefantes y otros mamíferos es una tradición que heredamos de los cazadores de mamuts. La diferencia es que el Homo erectus cazaba para alimentarse y abrigarse y los que lo hacen hoy es por darse pisto delante de los amigos y presumir de tener muchos cojones. Si miles de años de evolución no nos hacen ver la diferencia es que de poco nos ha servido duplicar la capacidad craneal con respecto a nuestros ancestros prehistóricos. Que cazar elefantes sea legal no le quita nada a la salvajada. Como tampoco le quita barbarie a la lapidación legal en algunos países. Veamos ahora el pago. Si lo paga con su dinero, mal. Pero si se lo pagan otros, peor. Salvo algunas almas caritativas y buenas que lo entregan todo sin esperar  nada, nadie regala trajes, relojes de oro o viajes a Botsuana sin esperar recuperar el importe invertido. Y claro, se incurre en el cohecho, propio o impropio. Aunque el rey, por ser inviolable según el artículo 56 de la Constitución, no cometa delito ninguno. Como ven, hay dos maneras de disminuir la delincuencia. La primera consiste en educar a los ciudadanos, reducir las diferencias sociales, repartir la riqueza. La segunda, mucho más rápida y eficaz, consiste en eliminar las leyes o hacer a los ciudadanos inviolables. Si no hay ley, no hay delito. Y si hacemos irresponsable al delincuente, tampoco. Así se explica que en las sociedades primitivas no se cometieran delitos  y que los monarcas nunca infrinjan la ley. De ahí que algunos definan la monarquía como una forma superior de gobierno y otros pretendan que volvamos a las cavernas. Para que no haya delincuencia ni delincuentes.

Evaristo Torres Olivas 

1 comentario:

Anónimo dijo...

Que sí, Evaristo, que ya vale de tanto privilegio desorbitado, de tanto despilfarro inútil. Qué estamos en crisis? yo "no me lo creo"...... porqué, si no, están gastando de la misma manera?, subiendo un 8% el número de cargos institucionales directos? y un 46% el número de asesores? La respuesta es; para seguir viviendo igual o mejor, por supuesto, ellos, que no los pobres funcionarios, pensionistas, parados y clase media atribulada de impuestos, nosotros que somos los que ponemos el parné. Ya vale de tanto incompetente.
Cuando un empleado no trabaja bien se le despide, pues nosotros, los ciudadanos de a pié que hemos elegidos a todos esos políticos con nuestro voto(que no al rey), como empresarios que somos, deberíamos tener la capacidad de despedir a todos los que no cumplen con su trabajo, a los que tienen ausencias injustificadas o justificadas, a proclamar amenazas bajos el yugo del despido....aplicar a rajatabla todo ese contenido de la "mierda", con perdón, de reforma laboral que nos han clavado.
Y el rey, con minúsculas, pues que con cara de arrepentido y "no lo volveré a hacer más", me suena como el niño pequeño que has pillado pellizcando un trozo de tarta recién hecha. Las diferencias son muchas y en su caso una disculpa no vale. ¡Que ya somos mayores! Ufffff cómo nos siguen queriendo tomar el pelo........