Azul pitufo y rojo desteñido

Me jode que algunos políticos se rían de los ciudadanos. En un artículo del Heraldo de Aragón del día 27 de marzo, el periodista recoge un mensaje que Víctor Morlán le lanza a  la presidenta Rudi después de las elecciones en Andalucía y Asturias: “Los ciudadanos han castigado de forma clara y rotunda a los gobiernos del PP”. Morlán era, hasta el hostión que se dio el PSOE en las generales, el número dos de Fomento. Y ha sido el secretario de Organización de los socialistas aragoneses hasta hace dos días. Uno que lleva mil años viviendo de la política y a quien le pagamos el sueldo para que nos tome el pelo, para que se ría delante de nuestras narices. Veamos el castigo claro y rotundo en Andalucía (lo mismo serviría para Asturias). El PP ha subido del  38% de los votos en 2008 al 40% en el 2012. El  PSOE ha bajado  del 48 al 39. El PP ha obtenido tres escaños más que en el 2008 y el PSOE nueve menos. En número de votos los dos han perdido porque la abstención ha pasado del 27% en 2008 al 37% en 20012; pero mientras el PP ha obtenido 163.000 votos menos, el PSOE ha perdido 650.000.  Y eso, según el lumbrera Morlán constituye un castigo claro y rotundo al PP. Si en algo tan fácil de comprobar el señor Morlán nos ningunea de esa manera, imaginen lo que es capaz de hacer en asuntos en los que los ciudadanos no tenemos posibilidad de comprobar las cifras (entre otros motivos porque el partido del señor Morlán no quiso aprobar una ley de transparencia). Hay otra posibilidad: que este tipo de políticos no se rían de nosotros sino que simple y llanamente son imbéciles sin criterio. Prefiero descartar  esa posibilidad antes que pensar que  ponemos en manos de imbéciles miles de millones de dinero público para hacer carreteras. Don Víctor Morlán en lugar de hacer diagnósticos tan absurdos, debería examinar el batacazo que se ha dado su partido. Al PSOE sí que le han  castigado los ciudadanos de forma clara y rotunda. Tan es así que  la práctica totalidad de las autonomías y grandes ciudades están en manos de gobiernos de color azul pitufo y muy pocas en las de rojo desteñido. Y en los escasos sitios en los que gobierna el PSOE es gracias al apoyo de otros partidos. Por ejemplo, Zaragoza.
 

Evaristo Torres Olivas