“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

viernes, 17 de febrero de 2012

El abuelo picador

“Yo soy nieta de un abuelo que con 15 años se fue a la guerra. Campos de concentración,  cárcel, exilio y una posguerra donde le dijo a su nieta: niña, nunca fui joven, la historia de mi país me robó la juventud. Y ese día supe que mi casa y mi causa siempre sería el socialismo”. Esto lo soltó doña Carme Chacón en el Congreso del PSOE en Sevilla.  Muy peliculero, muy de eslogan publicitario, dando a los periodistas dos titulares preciosos ya cocinados: La historia de mi país me robó la juventud y Mi casa y mi causa siempre será el socialismo. Lo malo de estas palabras de la señora Chacón es que ocultan algunos hechos para no fastidiar la argumentación.  Más o menos como esa sentencia que dice: no dejes que la verdad te estropee una buena noticia. La realidad es que el abuelo de doña Carme no era socialista sino anarquista. Imaginen si doña Carmen dice: “el día que mi abuelo anarquista me dijo que le habían robado la juventud supe que mi casa y mi causa sería el socialismo”. Pensaríamos que nos estaba tomando el pelo o que su capacidad de razonamiento necesita serias mejoras. Tendría la misma lógica que si decimos que el día que tú naciste, nacieron todas las flores y por eso los albañiles llevan zapatillas blancas. De todas formas, eso de utilizar a los abuelos y a los padres para arañar unos cuantos votos ablandando el corazón de los electores, no sé yo si es muy ético. Pero debe de funcionar, porque los socialistas lo utilizan con frecuencia: durante el “reinado” de Zapatero nos recordó en muchas ocasiones a su abuelo, el capitán Lozano, también otro ejemplo de no se sabe qué. Y nuestro Vicente Guillén, maestro  del autobombo y del discurso vano, termina la última entrada en su blog con las siguientes palabras: “frente a quienes quieren destruirnos o frente a quienes quieren que nos autolesionemos siempre estarán aquellos que saben que tienen la alta misión de continuar con la memoria y la obra de quienes fundaron nuestra organización y la de quienes dieron la sangre porque España fuera un país democrático, libre y solidario. Ni la crisis ni nuestros enemigos podrán con nosotros. Tengo muy en cuenta la memoria de mi padre a quien seguro que esta reflexión le dejaría satisfecho”.  Cuanto palabrerío vacuo. Cuando no hay argumentos, tiramos de abuelo, de padre o de tío carnal. Por si cuela.

Evaristo Torres Olivas
El abuelo picador, allá en la mina

4 comentarios:

Anónimo dijo...

El abuelo fue picaor
http://www.youtube.com/watch?v=UHYdrS5E70Q

Anónimo dijo...

Desde luego, si los miembros del Psoe de los años 30 observaran por un agujero a esta cuadrilla, los tomarían, sin duda, por el enemigo.

Abogado dijo...

El abuelo, el padre y el hijo(si tuvo edad para ello) cantaron el Cara al Sol más veces y con más entusiasmo que Franco. Cuando este murió, nacieron socialistas por doquier. ¡Venga ya, Cantamañanas!

Leocadio dijo...

Sobre estas verdades a medias y el consiguiente autobombo hay un libro bastante divertido:"Lágrimas socialdemócratas" de Santiago Gonzalez (La esfera de los libros)