“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

viernes, 16 de diciembre de 2011

¿Qué hay de lo mío?

Algunos se sorprenden de que la corrupción no afecte a los partidos en las elecciones. Da lo mismo que los corruptos sean del PP o del PSOE, independentistas o centralistas. De hecho, salvo alguna excepción, la corrupción no ha sido motivo de discusión en los debates televisivos.  El choriceo es algo que está en nuestros genes. Los españoles tenemos grabado en nuestro ADN el barrer para casa y el qué hay de lo mío. Vemos bien que una persona  colocada en cualquier organismo oficial coloque a  familiares y amigos y les pague con dinero público: esto es barrer para casa. Y si votamos a alguien para que acceda a un puesto político a cambio de promesas, si ese alguien lo consigue y al cabo de un tiempo no ha cumplido sus promesas, es justo que vayamos a preguntar  qué hay de lo mío. Y aquel que cree que en España con el esfuerzo se consiguen las cosas, es un iluso. Tiran más  dos analfabetos políticos amigos o parientes que dos carretas llenas de diplomas, experiencia y esfuerzo. Y lo jodido del asunto es que vemos bien que así sea. El que tiene padrinos se bautiza, decimos. Y no es infrecuente que si alguien critica a un político que ha colocado a un pariente o a un amigo en una institución, en lugar de darnos la razón, nos contesten con otra pregunta: ¿Y tú qué harías? Parecería razonable que uno con lo suyo, con su dinero y con sus bienes haga lo que quiera y favorezca a quien le apetezca; pero cuando se trata de lo público, de algo que pagamos entre todos y que es de todos, ningún político debería aprovecharlo en beneficio propio o para favorecer a sus familiares y amigos. Pues por muy razonable que pueda parecer, la realidad es que no se castiga ni se le pasa factura electoral a quien barre para su  casa. Con lo que llegamos  a una conclusión que acojona: tenemos a los políticos que nos merecemos. Hace unos días, comentaba con un amigo las declaraciones de un político turolense que me habían parecido acertadas y valientes por cuanto criticaban las actuaciones de su propio partido; y mi amigo me contestó que cuando ese político tenía mando en el partido, colocó a toda la parentela en las instituciones, en las cajas y en empresas públicas. Otro que barría para casa.

Evaristo Torres Olivas
Barrer para casa o pro domo sua


2 comentarios:

A mí que me registren dijo...

"La democracia es el proceso que garantiza que no seamos gobernados mejor de lo que nos merecemos.", según Wikiquote, la página de citas relacionada con Wikipedia, de George Bernard Shaw. También esta otra cita: "La democracia sustituye el nombramiento hecho por una minoría corrompida, por la elección debida a una mayoría incompetente." Visto lo visto, quizá se podría decir que tenemos lo malo de las dos partes de ésta última y aún estamos aspirando a quedarnos sólo con la segunda parte.

PD: Los cartelitos esos deben ser contagiosos porque salvo rara excepción donde hay cinco, hay veinticinco.

Anónimo dijo...

Soy de Teruel,de la provincia.No tengo en mis genes "el choriceo".Debo ser un bicho muy raro.Igual no soy español.