“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Los “pofesionales”

Cuando me encuentro con una persona que es capaz de decir lo que yo pienso  de forma mucho más brillante que lo haría yo, en lugar de ponerme a interpretar sus palabras o a contar a mi manera lo que dice esa persona, lo que hago es transcribir lo que dice, tal cual. Una de esas personas es Antonio Miguel Carmona, secretario de Economía del PSOE de Madrid. Nos habla de “una nueva clase de profesionales de la política, enredadores de profesión, licenciados en el mediocre arte de colocarse, de ser elegidos para candidato a algo por una determinada circunscripción porque así lo han decidido catorce militantes de los cuales doce son familiares suyos”. A estos profesionales de la política no se les echa ni con agua hirviendo porque “el reparto de prebendas y dádivas, cargos y carguillos, alimenta que los receptores de éstas sigan proponiendo al nuevo profesional que tiende ya a perpetuarse”. Tendremos suerte si son personas con experiencia y conocimientos pero la cosa será mucho “peor cuando este profesional no sabe hacer la o con un canuto y, grotescamente, nos encontramos con el esperpéntico espectáculo de hombres y mujeres con poder pero sin capacidad”. A ésos, a los inútiles son a “a los que les conviene que nada se mueva. Se les llena la boca de la palabra unidad como condición imprescindible para sobrevivir. Aquellos que critican a los compañeros y compañeras que salen en las televisiones a defender el socialismo, aquellos y aquellas que apenas dormitan en su escaño y siquiera intervienen en los parlamentos. Los que viven del cuento”. Pero don Antonio no solamente critica sino que también ofrece soluciones:“Para romper la profesionalidad nada mejor que la democracia abierta. Que los militantes, a ser posible los ciudadanos, sean los que elijan a los que se han de presentar a candidatos o a dirigentes. Con un censo abundante y heterogéneo, en una democracia abierta, las manipulaciones, la cooptación, la perpetuación, existen pero abundan mucho menos”. De esa manera podríamos evitar a los “los dirigentes que eligen dirigentes de forma endogámica”. Creo que está todo muy claro. Pero si no es así, lean la última entrada, del 26 de noviembre, en el blog de don Vicente Guillén, un “pofesional” de la política.

Evaristo Torres Olivas
Viñeta de Miguel Brieva


5 comentarios:

Anónimo dijo...

La viñeta de Miguel Brieva, muy buena.

Eto dijo...

Gracias por darme el nombre del autor. Ahora mismo lo pongo debajo de la viñeta.

Anónimo dijo...

No sé cual es la dirección de la página de M. Brieva, pero entré una vez y no tiene desperdicio.

Salud

Anónimo dijo...

Kryptonita, hay que salir urgentemente en busca de yacimientos de kriptonita.

Simp. dijo...

Bueno, pues a pesar de todo eso y más, la "ciudadanía"(la borregada), sigue votando esas listas de "listos", aumentando el porcentaje de inutilidad de la clase política. ¿hasta donde nos podremos sumergir en este fango?
Es duro pensar que habemos tantos imbéciles. Por que hay que ser imbécil para votar a un inutil del que se aprovechan unos pocos...
Al fin, tenemos los políticos que nos merecemos.
La democracia no esta hecha para nosotros. A nosotros, como mucho, el despotismo ilustrado, el feudalismo, el catolicismo rancio...o Paco. La cosa es que no nos hagan pensar. Que nos manden y a obedecer, que pa eso estamos.