“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

viernes, 10 de junio de 2011

Un casorio de mierda

El asunto tiene gracia. O no. Depende de cómo lo miremos. Que un menda llene de ciemo los campos  pegados a la finca en la que unos días después se iba a celebrar el banquete de boda la hija de un hermano con el que no se habla, nos revela la naturaleza de los ladrillos con los que estamos fabricados los humanos. Eso es lo que cuenta el Heraldo de Aragón del día 2 de junio. Rodolfo Aínsa-expresidente de la Diputación Provincial de Huesca y exsenador por el PP-le llenó el campo de mierda a su hermano Roberto en una finca que tienen en común. La boda de María, hija de Roberto y sobrina de Roldolfo, no se pudo celebrar en ese lugar. Porque apestaba.  Ahora los hermanos andan enzarzados en los tribunales. El asunto no es fácil porque cada uno cuenta una versión. Cada hermano ha contratado a un perito y cada perito cuenta una historia diferente, lo que demuestra la inutilidad de los peritos. Uno dice que la mierda era de vaca y que el mes de agosto no es el más apropiado para el abono; el otro dice que la caca era de oveja y que agosto es un mes cojonudo para abonar. Habría  que contratar a un tercer perito, independiente, para que aclare este asunto. Aunque también puede suceder que enmerde o enmierde (no sé cómo se conjuga este verbo) aun más el asunto: los peritos independientes no dan la razón ni a uno ni a otro y a lo mejor se le ocurre concluir que la mierda era de pato. No lo tiene fácil el juez. Roberto y su hija sufrieron una crisis de ansiedad y, seguramente, a los recién casados se les jodería el crucero por el Nilo. Lo peor de estas sórdidas historias familiares es que sufren las consecuencias los que no se lo merecen. De lo único que me alegro en este caso concreto es de que don Rodolfo ya no sea ni senador ni presidente de la Diputación. Si ha sido capaz de hacerle eso a un hermano y a una sobrina, qué no haría en el Senado o en la Diputación. Seguro que se atrevería a colocar bombas fétidas en los escaños de los que no comulgasen con sus ideas o a ordenar a sus tractoristas que descargasen unas remolcadas de ciemo en la puerta o en el hall de esas instituciones.

Evaristo Torres Olivas






4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hace falta ser muy mala persona o estar como una cabra para hacer una cosa así.

La venganza es un sentimiento muy destructor. Puedo entender que alguien muy herido quiera resarcirse, pero, por esa razón, la cosa se puede perpetuar, pues la indignación es algo muy subjetivo.

Seguro que además la sobrina solo tenía "culpa" de ser la hija de su padre, así que es todo una locura: daño a una inocente, provocar nuevas ansias de venganza del padre de la criatura hacia su hermano, y el hermano, que, con provocar esta situación no creo que se quede "tranquilo"...¿querrá más?

Lo dicho, menos mal que no nos gobierna!

Anónimo dijo...

No tenemos remedio los humanos. Es lo que hay. Por eso, que más da que nos gobierne la derecha ,el centro, la izquierda moderada o extrema.Siempre abusarán todo lo que puedan.
Así que, Evaristo, nunca te va a faltar el político de turno al que cantarle las 40. Tienes tema para rato. Lo dicho, no tenemos remedio. Cada uno teníamos que estar en una jaula , separado de los demas y así no habría conflictos.

SIGUE ASÍ.

MAGISTER PEO dijo...

Ya te digo, Evaristo, que algún político de Teruel, si pudiera, te llenaba de ciemo tol living y la salita de estar. Ya te digo.

Anónimo dijo...

Al final, hasta sin ostentar ya cargo público, andan los políticos envueltos en mierda...