“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

sábado, 27 de noviembre de 2010

El Dios de Ratzinger es muy raro

El Dios que de Ratzinger me asusta. Si el Papa es el representante de Dios en la Tierra y su comportamiento y actitudes son los que le dicta el Creador, mal vamos. Y además tampoco se entiende que, si Dios es Omnipotente y está en todas partes, tengamos que escucharle a través de unos intermediarios que son los curas. La comunicación con Dios es mucho mejor de Tú a tú y no por mediación de terceros. No es lo mismo escuchar un concierto en directo a que nos lo cuente alguien que diga que a él se lo ha contado alguien que conoce a alguien que tiene un primo que ha estado en el auditorio. Si Obama es capaz de dirigirse a toda la nación desde el despacho oval, ¡cómo no va a ser capaz Dios de dirigirse a todas sus criaturas desde el Cielo! Y como Él es la Perfección, su mensaje nos llegaría sin ruidos, ni interferencias ni anuncios de Colgate o de Ferrero Rocher. Además, hay algo que se llama la libertad, esa con la que dicen que nos ha creado Dios. Al igual que yo puedo elegir leer el mensaje de Obama leyendo la prensa, escuchando la radio, viendo la tele o conectándome a internet, también puedo conectarme con Dios cómo y cuándo quiera o lo necesite. Si es que lo necesito. El Dios de Ratzinger es muy raro. Si se supone que es todo Bondad y Generosidad y Sencillez, ¿a qué viene eso de erigirle Catedrales y Palacios Episcopales y permitir que su embajador en la Tierra se desplace en Papas Móviles Mercedes, que parece a José Luis López Vázquez en la película La cabina? A ver si se enteran los curas de que Dios no es como Julio Iglesias o Ricky Martin, que exigen en el camerino 50 toallas recién lavadas, jacuzzi con burbujas de champán o agua mineral traída del quinto coño. Si Dios hubiera querido lujos, que no lo creo, a su Hijo que es Él mismo, no lo habría hecho nacer en un mugriento establo con olor a bosta. Ni tampoco habría permitido que aparezca en taparrabos en todas las pinturas desde hace más de dos milenios. Con un chasquido de los dedos, en un pispás, Dios habría podido vestirlo con un traje caro del Corte Judío de entonces y unos mocasines de piel de cabritilla. Si decidió presentarlo hecho un eccehomo por algo será.

Evaristo Torres Olivas

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