Los cuentos son una engañifa. Nos pintan a los príncipes guapos, valientes e inteligentes. Cabalgan montados sobre blancos corceles para salvar a las bellas princesas con trenzas de oro y boquitas de fresa. Basta con verles el careto a Isabel Segunda del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte y de sus otros reinos y territorios, y a su marido, Felipe, para darse cuenta del engaño de los cuentos infantiles. Pero es que además, según publica la prensa, el Felipe, de 88 años, chochea y de lo lindo. El tío se monta en una carroza tirada por ponis y se escoña en los alrededores de Windsor. Según el portavoz del palacio, el padre del Orejas “ha sufrido una herida leve en el tobillo que no ha necesitado hospitalización. Esta tarde ha desarrollado una actividad normal". Peor le ha ido a su acompañante, según el mismo portavoz: “La moza de cuadra que acompañaba al Duque ha resultado herida en el codo y ha tenido que ser conducida al hospital para someterse a exámenes”. Lo único positivo en toda esta memez es que “los ponis han sido encontrados sanos y salvos". Lo más sorprendente de esta noticia es que sea noticia, eso en primer lugar. En segundo lugar, que el periódico la titule “El marido de Isabel II, herido levemente en un accidente de carroza”. La Isabel no ha participado en hacer el chorras con los ponis, con lo cual no debería aparecer en el titular que recoge el suceso. El abuelo Felipe sí ha sufrido un leve accidente, pero la peor parte se la ha llevado la moza de cuadra, con lo que el titular debería recoger el suceso de mayor gravedad. Imaginen que en un tiroteo mueran dos personas y a un perro que pasaba por allí no le sucede nada y el periodista titula la notica: Un perro se salva en un tiroteo. Navego por Internet a ver qué dice la prensa internacional y cuentan todos lo mismo, las declaraciones de la portavoz de palacio, aunque el titular en todos es que el príncipe Felipe sufre un pequeño accidente. Mi recomendación a los sirvientes de reyes y príncipes: si veis que el elegido de los dioses se la va a pegar con la carroza de los ponis, os bajáis del carro antes de la hostia; de lo contrario, si os partís los morros, de vosotros no se acordará nadie y el señorito o su mujer acapararán todos los titulares.
Evaristo Torres Olivas. Villarquemado
DdT 19/6/2010
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