Lo primero es lo primero

El consejero Velasco inaugura en Zaragoza el I Máster en Gestión Pública y dice que la formación de los empleados públicos es fundamental para servir mejor a los ciudadanos. Obvio. Como lo es también decir que el agua es necesaria para que crezcan las plantas y que en invierno hace más frío que en verano. No obstante, estoy de acuerdo con el consejero: todo lo que se haga para mejorar la cualificación y formación de nuestros funcionarios redundará en un mejor servicio al ciudadano. Aunque me permitiré hacerle unas recomendaciones. Si la Economía trata de la asignación de los recursos escasos y requiere fijar prioridades, es decir atender primero a lo más urgente y necesario, tal vez los funcionarios no sean la prioridad número uno. A fin de cuentas, acceden a sus puestos, salvo mangoneos y politiqueos, superando unas pruebas en las que se evalúan y contrastan objetivamente sus méritos. No se puede decir lo mismo de los políticos. Estos acceden a sus puestos no por méritos ni pruebas objetivas que midan su preparación técnica, intelectual o ética, sino por la fidelidad al clan que los nombra. En lugar de valorar sus conocimientos y experiencia, se fija la atención en su grado de sumisión y en la flexibilidad de sus articulaciones para arrodillarse, doblar el lomo, levantar el brazo o apretar el botón que se les indica. Cualquiera que haya tenido trato con nuestros alcaldes, concejales, diputados y otros cargos públicos, habrá podido comprobar que junto a hombres y mujeres preparados y capacitados para el desempeño de sus responsabilidades, abundan los zoquetes. Y tal vez, antes que dedicarse a mejorar la formación de los funcionarios, sería bueno que los partidos pidieran ayuda a los profesionales para que seleccionaran a los candidatos que presentan en sus listas. Para no dejar en la miseria a los que no superasen las pruebas, se podría poner en marcha un plan para desasnar a los zoquetes porque todo el mundo tiene derecho a una segunda oportunidad y porque los recursos escasos empleados en la elevación del nivel educativo de nuestros aspirantes a mandamás, servirán para servir mejor a los ciudadanos. Lo primero es lo primero. Obvio.
Evaristo Torres Olivas. Villarquemado

DdT 18/10/2009