Impuestos progresivos

Hace unos días, nuestro presidente Iglesias afirmó en unas declaraciones públicas que le parecía bien que subiera el IVA en lugar del IRPF porque los salarios son sagrados. Defendía su tesis diciendo que los ricos, al consumir más, también pagan más. Leire Pajín, unos días después aclaraba que con la nueva subida del IVA, “las chuches subirían un céntimo por cada euro”. Hagamos las cuentas de la vieja para ver cuánta razón tienen Marcelino y Leire. Tomemos a dos ciudadanos cualesquiera: don José, un diezmileurista y doña Victoria, una mileurista. Los dos trabajan a 50 kilómetros de su casa y necesitan un coche para desplazarse al polígono industrial en el que laburan. Como tienen gustos parecidos, los dos se han encaprichado de un Retröen 123 diesel. A Victoria, el aumento del impuesto le supone quince días de trabajo. Para José, día y medio. Esto a primera vista puede parecer injusto pero no lo es. Verán, Vicky con pagar el coche ya tiene bastante, no puede meterse en más berenjenales y seguramente tendrá que renunciar a las vacaciones o esperar un tiempo para renovar la habitación de su hija adolescente que lleva meses dándole la tabarra de que ya no le gusta la cama con el cabecero del Pato Donald ni las cortinas de Bambi. Pepe, por su parte, como es cazador, se comprará un Bercedes 342 cuatro por cuatro, arreglará la bodega de su casa y seguirá con sus cacerías en cotos privados. Como es Director financiero de una multinacional, ha calculado que la nueva subida del IVA le supondrá en total un aumento de 5.000 euros. Qué coincidencia, eso supone quince días de trabajo. Los mismos que Vicky. Parece un milagro pero no lo es. Hay una mano invisible que todo lo regula. Espero que haya quedado claro que las medidas que ha tomado el gobierno son buenas para todos y muy solidarias. Y a aquellos que se reían de las afirmaciones de don Marcelino Iglesias, tendrán que reconocer que estaban cargadas de razón. Con la subida del IVA, los ricos pagan más impuestos que los pobres. No se esperaba menos de un gobierno progresista: hacer que paguen más los que más tienen. Y que se jodan los niños ricos que se zampan los huevos Kinder por docenas. ¡Chúpate esa, Rajoy!
Evaristo Torres Olivas. Villarquemado

DdT 9/10/2009