“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

jueves, 24 de septiembre de 2009

La Virgen del Pilar dice

El sábado, con motivo de las fiestas del jamón, me inyecté en vena más de dos horas de jotas en el Parque de los Fueros. Me gusta la jota. Servidor se formó musicalmente escuchando a Manolo Escobar, Juanito Valderrama y a todos los grandes de la jota. Un respeto. Cuando se vive en tierra extraña, como era mi caso, y me llamaban español de mierda, había que agarrarse a alguna seña de identidad para no tirarse por la ventana o comprarse una recortada para llenarles el culo de sal a los cabrones de los gabachos. Y en mi familia, nos hicimos adictos a la jota. Los domingos, en mi casa, paella y sesión de jotas. Mi padre lloraba, lloraba mi madre y lloraba yo. En mi caso, para no llevarme alguna colleja por antipatriota y mal español. Menudo era mi padre. Si le hubiera dado por invadir a los franchutes, seguro que nos habría hecho desfilar al son de”la virgen de Pilar dice que no quiere ser francesa, que quiere ser capitana de la tropa aragonesa”. Y de eso quería hablarles hoy, de lo fantasmones que somos. Escuchando las letras de las jotas y la bravura que le echan los joteros, da la sensación de que nos comemos el mundo, de que no hay enemigo que se nos resista. Tenemos la protección de la virgen, la aviación en forma de palomicas que repostan en el Ebro y unos valientes a los que no les importa que les dé el sol en la cara. Y a pesar de todos esos elementos favorables, a la hora de la verdad, somos unos cagados: en Aragón, y especialmente en Teruel, siempre nos han jodido. Como dijo la periodista Montserrat Domínguez en su programa emitido desde El Palacio de exposiciones y congresos, la situación de Teruel parece fruto de una conspiración. Y nosotros sólo somos machotes cantando la jota. Y un poco machistas también. El día que se entere la ministra Aído de que una letra de jota proclama que “el sol le dijo a la luna: retírate, bandolera... la que anda mucho de noche no puede hacer cosa buena”, nos monta un pifostio que tiembla el misterio. Y no hablemos del concurso de jotas guarras de Formiche. No me atrevo a transcribir ninguna por miedo a que me hagan cómplice de los conspiradores. Chitón.
Evaristo Torres Olivas. Villarquemado
DdT 24/9/2009

1 comentario:

Anónimo dijo...

Pues da la impresión de que no tengas ni idea de jotas.