“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

viernes, 21 de agosto de 2009

Los lobos y las lobas

Mucho se habla del lenguaje sexista y son muchos los ejemplos que demuestran el ninguneo de la mujer a lo largo de la Historia. Se quejan las mujeres, y con razón, de que lo bueno es siempre cojonudo y lo malo, un coñazo. No les parece bien a muchas feministas que se haya elegido el masculino para designar a ambos géneros. Como consecuencia, el lenguaje se ha complicado tanto que a veces se hace incomprensible o ininteligible. Repasen los discursos de algunos de nuestros más pelmazos y pelmazas políticos y políticas, ministros y ministras, directores generales y directoras generalas y sabrán de qué hablo.
Pero no todo ha sido negativo para las mujeres. Me he puesto a repasar algunas de las frases pronunciadas a lo largo de los siglos por filósofos, escritores, políticos y la verdad es que no nos dejan a los hombres en muy buen lugar. A continuación, les ofrezco una cuantas de esas sentencias y les pido que sustituyan la palabra hombre por la de mujer, y todo lo masculino por el femenino. A título de ejemplo, citaré la frase de Hobbes que afirma que “el hombre es un lobo para el hombre”. Puesta en femenino se queda en que la mujer es una loba para la mujer. Veamos otras citas célebres: “El hombre es un bípedo implume”. "En términos generales, los hombres son ingratos, volubles, hipócritas, cobardes ante el peligro y codiciosos”. "El mejor metal es el hierro: el mejor cereal, el trigo; pero el peor animal es el hombre”." La tierra tiene una piel, y esa piel tiene enfermedades. Una de esas enfermedades se llama hombre”.” Los hombres llegan a ser viejos, pero nunca llegan a ser buenos". "Todo hombre lleva dentro de sí una bestia salvaje".
Si se han molestado en cambiarle el género a esas frases, convendrán conmigo que habría que encerrar a quien las pronunciara en un manicomio o en un centro de reclusión de machistas irrecuperables para la convivencia.
Lo que he pretendido en estas líneas es mostrar que hacer del lenguaje un instrumento al servicio de una ideología, nos puede llevar a situaciones absurdas. A complicaciones innecesarias.
Evaristo Torres Olivas. Villarquemado
DdT 21/8/2009

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