Seguramente, nuestra Subdelegada del Gobierno en Teruel, doña María Victoria Álvarez Sevilla, es una mujer sobradamente preparada. Probablemente, destaca en algún campo del saber. Pero no es la Economía, de eso estoy también bien seguro. De lo contrario no se atrevería a decir lo que dice en su carta al Diario de Teruel de día 8 de junio, Carteles del Fondo de Inversión Local.
Dejando a un lado que lo de los carteles del Plan E no es un capricho del Gobierno sino un mandato de una Directiva europea, que no creo yo que especifique que deban ser ni tan feos ni de doce metros cuadrados, lo que realmente me deja “pasmao” es su argumentación para justificar lo injustificable. Dice que a los ayuntamientos los cartelitos no le han costado un euro porque el dinero lo ha puesto el Gobierno, como si el Gobierno fuese un ente marciano que obtiene el dinero de la nada y no de nuestros impuestos. A los ciudadanos nos importa un higo que las carreteras, las farolas o la policía las pague el Ayuntamiento, la Comarca o el Gobierno. Sabemos que las perricas salen todas del mismo sitio: el bolsillo del contribuyente.
Equipara doña María Victoria el trabajo de unos albañiles que construyen una obra con el de las empresas de rotulación gráfica y a todo lo llama inversión y “dinamización” económica. En todo caso sería comparables si los albañiles se dedicaran a construir obras que nadie demanda, a derruirlas después de construirlas, o a construir un chalet de 1000 metros cuadrados para una familia de dos miembros.
La política, entre otras cosas, debería consistir en asignar los recursos escasos a aquellas actividades que más contribuyan a mejorar el bienestar de los ciudadanos. Y si hay que dinamizar la economía y dar trabajo, hagámoslo con aquello que cubra necesidades reales. Cavar zanjas y después enterrarlas, seguro que da trabajo pero su utilidad es la misma que un cartel de doce metros que dentro de cuatro días será un amasijo de chatarra. ¿Por qué el dinero de los carteles no se ha empleado para mejorar las calefacciones de los ayuntamientos o cambiar las ventanas por otras que ayuden a ahorrar energía? O a mejorar la señalización de muchas carreteras secundarias. Y de paso que encarguen una señal triangular con el siguiente texto: Peligro, político ignorante.
Evaristo Torres Olivas. Villarquemado
Dejando a un lado que lo de los carteles del Plan E no es un capricho del Gobierno sino un mandato de una Directiva europea, que no creo yo que especifique que deban ser ni tan feos ni de doce metros cuadrados, lo que realmente me deja “pasmao” es su argumentación para justificar lo injustificable. Dice que a los ayuntamientos los cartelitos no le han costado un euro porque el dinero lo ha puesto el Gobierno, como si el Gobierno fuese un ente marciano que obtiene el dinero de la nada y no de nuestros impuestos. A los ciudadanos nos importa un higo que las carreteras, las farolas o la policía las pague el Ayuntamiento, la Comarca o el Gobierno. Sabemos que las perricas salen todas del mismo sitio: el bolsillo del contribuyente.
Equipara doña María Victoria el trabajo de unos albañiles que construyen una obra con el de las empresas de rotulación gráfica y a todo lo llama inversión y “dinamización” económica. En todo caso sería comparables si los albañiles se dedicaran a construir obras que nadie demanda, a derruirlas después de construirlas, o a construir un chalet de 1000 metros cuadrados para una familia de dos miembros.
La política, entre otras cosas, debería consistir en asignar los recursos escasos a aquellas actividades que más contribuyan a mejorar el bienestar de los ciudadanos. Y si hay que dinamizar la economía y dar trabajo, hagámoslo con aquello que cubra necesidades reales. Cavar zanjas y después enterrarlas, seguro que da trabajo pero su utilidad es la misma que un cartel de doce metros que dentro de cuatro días será un amasijo de chatarra. ¿Por qué el dinero de los carteles no se ha empleado para mejorar las calefacciones de los ayuntamientos o cambiar las ventanas por otras que ayuden a ahorrar energía? O a mejorar la señalización de muchas carreteras secundarias. Y de paso que encarguen una señal triangular con el siguiente texto: Peligro, político ignorante.
Evaristo Torres Olivas. Villarquemado
DdT 15/8/2009
2 comentarios:
Me entretienen mucho tus escritos,los leo con agrado. Toreas bien con el capote de tu ordenador,pero cuidado con los toros. Ultimamente te arrimas demasiado. De todas formas cuanto mas te arrimas mas nos gustas.
Buenas tardes Sr. Evaristo:
Estoy de acuerdo con usted, los acrteles son enormes,feos y ademas no les importa colocarlos en sitios donde tapan parte de un trozo de muralla, al subir por la cuesta la jardinera,en el estrechamiento de la calle (que por cierto bien podrian dar una solución a ese embudo)alli te encuentras un cartel que tapa todo el muro exterior de piedra, claro que viendo como esta esa parte de detrás de la estación de autobuses, incluso hace hasta bien.
Lo que comenta de repartir los recursos, me parece estupendo y yo le llevo a esta pregunta, ¿realmente hace falta una izquierda,un centro o una derecha, en el siglo XXI?
Lo ideal no sería tener "GESTORES", gestores eficientes,responsables y honrados.
Que la malversación y derroche de las arcas publicas, no fuese una actuación politica sino penal.
En pleno siglo XXI (me repito) no es un romanticismo las izquierdas y las derechas.
un saludo.
Una lectora.
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