“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

jueves, 27 de agosto de 2009

El ruido del silencio

En las películas los buenos siempre les ganan a los malos. O a lo que nos hacen creen que son los malos. En las del oeste, los malos son siempre los indios y los buenos los pobrecitos vaqueros que cuidan apaciblemente sus ranchos para sacar adelante a sus familias. Se ve al pobre Bill clavando estacas para las alambradas, cuando llegan unos indios cabrones y pintarrajeados y matan a su adorada Betty y a sus dos hijos con cabello dorado como las espigas de trigo en verano.
Así son los hechos y así nos los cuentan los historiadores, los políticos y los intelectuales al servicio de la mamandurria oficial. En las dictaduras, los discrepantes con el credo oficial son eliminados físicamente. En las democracias formales, como la nuestra, a los iconoclastas se les silencia de otra manera más sutil: produciendo un ruido mayor. Si uno quiere silenciar el trino de un pájaro puede rebanarle el cuello al bicho, o colocar a su lado una trituradora de vidrio. El tañido de una lira se elimina con los zambombazos de mil tambores.
"La historia del hombre no es la batalla del bien que intenta superar al mal. La historia del hombre es la batalla del gran mal que trata de aplastar la semilla de la humanidad". Esto dice el escritor Vasili Grossman. Unas palabras que tienen el mismo efecto que un pedo en una tormenta tropical o el llanto de un bebé en un concierto de Heavy Metal.
La Historia la escriben los vencedores y el capitalismo lo defiende Botín. Mientras unos se reparten el beneficio obtenido de un robo, atraco o estafa, mil millones de personas pasan hambre en el mundo según el último informe de la FAO. La directora del Programa Mundial de Alimentos Josette Sheeran afirma: "Ante el hambre, existen tres opciones: protestar, migrar o morir". Los “buenos” ya se encargan de ahogar las protestas y de poner alambradas para contener las migraciones. Y el ruido que produce el hambre en las tripas, se elimina con la muerte. El escandaloso, bullicioso, estridente, ensordecedor y atronador silencio de la muerte. La victoria de los buenos.
Evaristo Torres Olivas. Villarquemado
DdT 27/8/2009

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