Boxeo en Teruel

A la derecha, con ochenta kilos de peso y calzón azul, Fernando, Dum Dum, Guillén. A la izquierda y con el mismo peso, calzón colorado, José Ramón, el Potro del Arrabal, Domingo. Combate por entregas, a mil asaltos, en las páginas del Diario de Teruel.
Lo que estoy yo disfrutando con esta pelea. Día a día los púgiles se van calentando y son más marrulleros. Los golpes bajos se suceden conforme avanza la pelea. Incluso hay amenazas: “tenga cuidado no salga escaldado” dice el del PP. El colorado tampoco se queda atrás al recordarle a Guillén que hace unos años era un “insigne militante del Partido Socialista Obrero Español”.
La sucesión de directos, ganchos y patadas a los higadillos, en forma de presupuestos, autovías y desdoblamientos atonta un poco al lector no puesto en cifras y letras. Da la sensación de que la verdad tiene mil caras; que la mejor manera de que uno no se entere de nada es mezclarlo todo, apuntarse los éxitos y endiñarle los errores al otro. Es el llamado parálisis por el análisis o la desinformación por el exceso de información.
Especialmente interesante me ha resultado la figura del coordinador de científicos, no sé si cobrando o sin cobrar, que de lo que dice uno y otro, no ha quedado claro. Es muy frecuente en el mundo de la política asignar títulos ambiguos para justificar trabajos ambiguos. Yo sospecho cada vez que leo que a fulano o a mengana lo han nombrado coordinador, asesor o experto de algo. En muchos casos se trata de funciones sin contenido destinadas a premiar a los amiguetes o a los conmilitones o conmilitantes, que no sé bien cómo se dice. Lo normal sería que a un grupo de científicos los coordinara un científico, y más considerando la cantidad de científicos que tenemos en condiciones precarias tras mil años de estudios, maestrías y doctorados. Es como en el ejército de antaño: cuando no había mandos, se tiraba de alféreces provisionales y de sargentos chusqueros, pero cuando de las academias de oficiales y suboficiales salen personas formadas, sobran los profanos.
Me llama mucho la atención la precisión y exactitud de don Fernando al referirse a presupuestos, kilómetros de carretera, fechas de tal o cual acontecimiento. Portentosa memoria o excelentes archivos. A los ciudadanos también les gustaría conocer otras cifras con exactitud, como por ejemplo, los salarios, dietas, suplidos y suplementos que cobran nuestros políticos. Es interesante conocer que de no sé qué partida “únicamente se ha hecho efectiva la cantidad de 380.925 euros” pero nos sabe a poco que al referirse a su emolumentos lo despache con “no he percibido ningún salario, aparte del que tengo como director técnico del Consejo Regulador”. Y de paso nos cuenta también cualquier otra percepción que reciba por el desempeño de sus actividades políticas. Queremos saber. No le exijo lo mismo a don José Ramón, porque según nos cuenta, es un “mero ciudadano”. Pero puesto que el señor Domingo Piñero se ha ofrecido para “pedir a los parlamentarios socialistas turolenses que pregunten al Gobierno quién y cuánto se ha percibido por el concepto de Coordinador de Proyectos de Investigación, para que en virtud de la transparencia, los ciudadanos sepan en qué se gasta el dinero público”, le rogaría que, en aras de la misma trasparencia, les pidiera una lista de salarios, dietas, pluses, planes de pensiones, asistencia a plenos, gastos de representación etc. de todos los cargos públicos de la provincia, de cualquier partido. Estoy preparando un estudio sobre ese asunto y encuentro muchas dificultades. En las webs oficiales de los diferentes organismos, no aparecen esas cifras, o si aparece algo, es de forma global. Por ejemplo, la Comarca Comunidad de Teruel tiene presupuestada para el ejercicio 2008 la cantidad de 1.539.348 euros para gastos de personal. Pero ahí estarán metidos los salarios de los funcionarios, el personal contratado y los treinta y pico consejeros. Hoy en día, con la ayuda de las herramientas informáticas, facilitar la información detallada e individualizada es cuestión de minutos. Queremos saber. “En virtud de la transparencia”. Ayúdenme.
Evaristo Torres Olivas. Villarquemado