Escribe don José María Martínez Marco, coordinador de IU en Teruel, en su Tribuna abierta de pasado día 19 de abril, que Marcelino Iglesias llama al desguace logística inversa. A algunos les parece que “mola mazo” copiar tontadas extranjeras. Los americanos que son “mu fisnos” e hipócritas, se inventan nombres para nombrar lo innombrable. Así, en EEUU no hay calvos como yo, sino personas con crecimiento capilar cero. A la recuperación de la basura y a que los fabricantes de los productos deben controlar el coste de recuperación de los mismos, se le ha bautizado con “inverse logistics” y nosotros, hala, logística inversa. Para que me entiendan, es como si a la función fisiológica que empieza por ca y termina por gar, la llamamos descomer. Y a veces la cagamos de verdad: en una empresa en la que trabajé, se necesitaba una persona para controlar, almacenar, recuperar y vender la chatarra que se generaba en la fabricación. Como la empresa es americana y todo se escribía en inglés, el puesto se denominaba Salvage Supervisor. Salvage, en inglés significa rescatar, recuperar. El encargado de redactar los contratos, no se complicó la vida y en el momento de rellenar la casilla del título del puesto, escribió, en español: Supervisor salvaje. La persona finalmente seleccionada fue una mujer joven y rubia, de agradables facciones y cuerpo proporcionado. Podrán imaginarse el cachondeo de la tropa, hombres y mujeres, con la supervisora salvaje. Todo este lenguaje político, lleno de problemáticas, redimensionamiento de plantillas, fuego amigo, reingenierías, enfermedades incompatibles con la vida y otras chorradas, sólo refleja el nivel de cinismo que hemos alcanzado. Visto lo visto, no es de extrañar que una mujer de Sevilla, según cita el periodista Álex Grijelmo, dijera: “Yo tengo a mi marido empleado en el paro”.
Evaristo Torres Olivas. Villarquemado
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