Estaba cantado. No es que yo sea un profeta ni un adivino. No.
Cualquiera que conozca un poco cómo funciona el PSOE, y especialmente el de
Teruel, podría llegar a la misma conclusión. Hace días que vengo diciendo que
Mayte Pérez sería la nueva consejera de Educación y que Vicente Guillén no se
iba a quedar sin nada. La última vez, en
mi columna del pasado viernes. Desde que Velasco, el gran jefe de PSOE en
Teruel, se ha jubilado, Vicente Guillén es el nuevo mandamás y nada se mueve
sin que él lo autorice. La número dos es Mayte Pérez. Entre los dos manejan los
hilos del PSOE a su antojo. Es su juguete. Su muñequito. La cosa no tendría
mayor importancia si se tratase de una organización privada, pero Guillén y Pérez cobran del erario, de
nuestros impuestos. Mayte, consejera de Educación. Vicente, de Presidencia. ¿No
hay en Teruel otras personas para desempeñar esos puestos? Claro que los hay, a
patadas. ¿Y por qué no están dirigiendo nuestras instituciones? Pues porque el
funcionamiento de los partidos es tan poco democrático que unos personajes como
Mayte y Vicente ejercen un poder tan absoluto sobre un puñado de militantes que
ellos hacen las listas, ellos las
encabezan y ellos ocupan los puestos
principales. Imaginen que en unas oposiciones algunos de los que se examinan fueran a la vez los miembros del tribunal que
corrige los ejercicios y pone las notas.
Está claro que ellos se pondrían la nota máxima y figurarían los primeros en la
clasificación. Pues eso mismo hacen Mayte y Vicente. No son los únicos: en el
PP de Teruel, Blasco y Pobo, otros dos que no han hecho otra cosa en la vida
que ser políticos, también aprueban todas las oposiciones a diputados y
senadores a las que se presentan porque ellos mismos, como presidentes del
tribunal, se ponen las notas máximas. Deberíamos alegrarnos de que hubiera dos
consejeros de Teruel en el Gobierno, pero desgraciadamente no es así. Somos
pocos en Teruel, pero no tan pocos como para que sean siempre los mismos los que
ocupan los puestos políticos pagados con nuestros impuestos. Da muy mala imagen
de nuestra democracia.
Evaristo Torres Olivas
martes, 7 de julio de 2015
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2 comentarios:
"Mala imagen de nuestra democracia"? No hay democracia en España, a ver si nos vamos entendiendo, ya que falta la representatividad y la división de poderes. Es una partitocracia. Llevo sin dormir dos noches, viendo a esos dos ejemplares, de consejeros, decidiendo por mí.
Yo también llevo dos noches sin dormir. Pensar que aún me quedan siete días hasta el martes de Vaquillas, me aterra.
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