Pura lógica

 "Se necesita un administrativo con experiencia en administración de fincas, excelente nivel de inglés, castellano y catalán. Buen nivel de comunicación, buen nivel de redacción. Conocimiento de los CRM-ERP y grado en ADE o similar. Jornada completa de lunes a viernes con dos horas para comer. Salario: 15.000 euros brutos al año". Este es un ejemplo de oferta de trabajo real aparecida en Infojobs, una bolsa de empleo en línea. Ahora veamos cómo sería la descripción de un senador como Manuel Blasco o Carmen Pobo, de quienes hablé en una anterior columna: Se necesita un senador, no es necesaria experiencia ni conocimientos de idiomas. Tampoco es necesario saber comunicarse oralmente o por escrito. No hace falta tener un grado en ADE, ni en Derecho o similar. Jornada variable y flexible. El doble de vacaciones que cualquier otro trabajador. Salario: 42 700 euros brutos al año, más 27 412 euros netos al año para alojamiento y manutención en Madrid. Adicionalmente, 3 000 euros anuales para taxis, y así evitar ir en metro o autobús y mezclarse con el populacho. Todos los desplazamientos por tierra mar y aire también correrán a cargo del Estado y si hay que desplazarse se cobrarán además unas dietas muy generosas: 150 euros/día en el extranjero y 120 en España. Incluso, con un poco de discreción, se podrá aprovechar para visitar a la novia colombiana o al novio alemán en Canarias, viajar gratis y cobrar las dietas. Un senador del PP lo hizo. De lo anterior se deduce que el administrativo que cobra 15 000 euros perfectamente podría desempeñar el trabajo de un senador que percibe cinco veces más, pero el senador que cobra cinco veces más no podría desempeñar el trabajo del administrativo de 15 000 euros. Como los políticos de la derecha creen firmemente que la gestión privada es mucho más eficiente que la pública, es decir que el administrativo de 15 000 euros es mucho más productivo que un senador de cinco veces más salario, se llega a la conclusión de que, a mayor salario, menor rendimiento. Por todo lo anterior, habría que proponer que se redujera el sueldo de un senador a 15 000 euros año y que se elevaran los requisitos académicos y de experiencia para equiparlos a los del administrativo. Pura lógica.

Evaristo Torres Olivas