Publicado en Diario de Teruel 10/04/2019
Se
acercan las elecciones y hay que poner en marcha la máquina de esparcir bobadas
y contar mentiras. Ya han aparecido algunos ejemplos en días
pasados: el Partido Popular, en la presentación de su candidatura, nos dice que
aúna juventud y experiencia, que ellos llevan años haciendo cosas por Teruel
mientras que el PSOE ha llevado la provincia a la ruina en cuatro días. Por su
parte, el PSOE, también en la presentación de sus candidatos, ha acusado a los
demás partidos de no cumplir lo que prometen y de conducirnos a la debacle.
Nada que no hayan repetido, unos y otros, dos mil veces cada legislatura. Todos
prometen luchar por Teruel “con uñas y dientes”, todos “apuestan” por Teruel.
Palabras vacías, como Teruel. ¿Para qué ha servido la experiencia de Blasco,
Pobo, Guillén, Pérez? Para que puedan contar las mismas mentiras de siempre
cada vez con más soltura y convicción. En su lista hay trenes, autovías,
soluciones a cuencas mineras, a la despoblación; hospitales, museos. El papel
todo lo aguanta. Pedirles que dejen de contarnos mentiras no serviría de nada:
las promesas que no piensan cumplir son la esencia de su existencia. Pero si
les pedimos que cambien el repertorio y nos ofrezcan trolas más graciosas y embustes de mayor envergadura, tal vez nos hagan
caso. Para ayudarles, les propongo algunos. En primer lugar, que a todas las
personas que nazcan en Teruel se les implantará un chip (como a los perros) que
les permitirá viajar, comer y alojarse gratis en cualquier establecimiento
de la provincia y de la España vacía, a cargo de los impuestos de la España
atiborrada. Los habitantes de la España atiborrada que se vengan a vivir a la
España vacía disfrutarán de descuentos acumulables de un 1% en todas sus
compras por cada año de permanencia. Como oferta especial, a los 50 000
primeros que se instalen en la provincia de Teruel se les regalará un lote de
bienvenida que contiene un abrigo de invierno y unos guantes de lana, dos
jamones con denominación de origen Teruel, pan y vino, una trufa gorda de
Sarrión, un traje de vaquillero y otro para asistir a las Bodas de Isabel. Y
unas botas con la puntera reforzada para que boten, con b de bola, a los
políticos mentirosos.
Evaristo Torres Olivas
jueves, 11 de abril de 2019
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