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Eugeni Forcano
Artículo de mi hija en Diario de Teruel
Limpiar la India
Artículo de mi hija Ana en la revista Jot Down
Ana Torres
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Humildad
Relato de Ana Torres
A Antonio Arrufat, censor socialista obrero español
Pintada en un muro del aparcamiento de la estación de tren de Teruel
1 comentario:
Bueno, una vez más se imponen las derechas (PP, Psoe y Ciudadanos).
Como bien decía M. Rajoy: "los moderados somos muchos más". Lo que está claro es que un buen número de personas no saben que lo que los medios llaman "sensato y moderado" es bendecir con tu papeleta las políticas que desean la banca, las multinacionales, la patronal, el F.M.I. y las diversas caras de la minoría que arrambla con cada vez más riqueza y le arruina la vida a millones de personas a lo largo y ancho del planeta. Entre otras, en la medida que les toca según las circunstancias de su área concreta, a las personas votantes de PP, Psoe y Ciudadanos en la provincia administrada por el estado español -junto con el resto de sus vecinas, que somos nosotros-.
El programa de la coalición que algunas personas calificaban –con electoral desfachatez- de “extremista” no es más que un conjunto de medidas para paliar un poquito las carencias de la mayoría pobre y/o asalariada: este era el terrible crimen que querían perpetrar. Un programa que, por supuesto, respeta escrupulosamente el tinglado de la minoría rica; tanto como lo respetan PP, Psoe y Ciudadanos. Por supuesto, ni siquiera sabremos si hubieran sido capaces de llevarlo a cabo en un porcentaje medio-alto, tanto por si tenían los arrestos de cumplir su palabra como por la acción en contra de agentes externos.
Al final, la mayoría social de la que hablaban algunos dirigentes de Unidos Podemos ha dicho claramente que está jodida, le parece genial, lo comprende… y no desea que nadie les venga con cuentos y les saque de su masoquista placidez. Replantearse cosas consume energía, es aburrido, distrae de la Eurocopa y, al fin y al cabo, la gente que lo hace nunca tiene “éxito en la vida”, ¿verdad?
Eso sí, tampoco hay que pensar que si les pides que revienten el interior de su vivienda con una barra de hierro vayan a hacerlo, pues su visión política, aquí sí, les hace intuir que eso es un poquillo perjudicial para sus intereses personales. Intereses colectivos, más allá del fútbol (sic), no conocen.
Los accionistas de las TVs y otros medios de programación han llenado las urnas, han vaciado las calles y nos han vuelto a dejar donde les conviene.
Yo no voté, pero las y los votantes que lo han hecho este 26-J se obstinan en recordarme que tampoco hubiera servido de nada. Como siempre.
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