Ayer hablaba, de refilón, de los políticos de tercera fila
que nos gobiernan, que son muchos. Y hoy voy a hablar, de lleno, de uno de esos políticos en concreto: Carmen
Pobo, paradigma del político sin formación y sin experiencia fuera de la
política que acumula cargos—presidenta de la Diputación, presidenta del Partido
Popular de Teruel, diputada autonómica, concejala de Cella—y que rara vez habla
sin tener delante un papel escrito por otros. Doña Carmen debe de creer que
gestionar y dirigir consiste en pasearse en coche oficial por los pueblos,
cortar cintas, y decir cuatro tontadas, las mismas siempre, frente a cuatro de
los suyos y a un fotógrafo del Diario de Teruel.
Ayer me llevé una sorpresa al ver la foto y la firma de doña
Carmen en un artículo de opinión del periódico que preside—otro cargo más a
añadir a la lista—. Es el primer texto suyo que aparece en la prensa. Sé que es
suyo porque está tan mal escrito que es imposible que lo haya redactado alguien
por encargo. El funcionario que le escribe los discursos, y yo he escuchado
unos cuantos, no lo hace tan mal.
En sus torpes palabras, la señora Pobo quiere rendir un
homenaje a la mujer rural. Quiero creer que la intención es noble, que no hay
ni demagogia ni oportunismo, que realmente quería recordar a las mujeres en el
Día Internacional de las Mujeres Rurales. Pero le ha salido un churro, un
cúmulo de lugares comunes, de obviedades, que me han hecho recordar las
manifestaciones de Pilar Primo de Rivera, la eterna jefa de la Sección Femenina
durante el franquismo. Frases como que “las mujeres son el pilar de sus casas”
o “ella, de forma callada, sin hacer ruido, sin quejarse y adaptándose a lo que
le toca, va cimentando la estructura de la vida de quienes la rodean”
demuestran la afición de doña Carmen por la albañilería, con sus pilares y sus
estructuras, y también las fuentes ideológicas de las que se alimenta nuestra
presidenta de la Diputación. En ese artículo se cuentan otras muchas bobadas
como que las mujeres “son las responsables de que el pueblo siga
respirando, sin ellas poco a poco desaparecería y eso lo sé bien”. Es difícil
encontrar palabras tan absurdas como esas. A mí
lo que me gustaría es que desaparecieran de la política mujeres y
hombres como Carmen Pobo. Para que no desaparecieran nuestros pueblos.
Evaristo Torres Olivas
1 comentario:
http://www.ecodeteruel.tv/?p=42384
Pues anda que este
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