Esto no tiene remedio

La nueva estrategia de PSOE de Teruel consiste en acudir a todas las manifestaciones y en poner a escribir a todos los dirigentes. Y claro, cuando se llevaban tantos años sin ir a las manifestaciones y sin escribir, los resultados no pueden ser buenos. Ver a Arrufat, Velasco, Pérez, Guillén, Piñeiro, Larred, Casas y otros en las manifestaciones, a mí que no los había visto nunca desde que volví a Teruel en el 2007, me produce extrañeza; la misma que me produciría ver a un cura celebrar misa con una pistola en el cíngulo. En cuanto a la escritura, la falta de práctica produce resultados desastrosos. Si ya comenté hace unos días el lamentable caso del concejal del Ayuntamiento de Teruel, Pedro Joaquín Simón,  ahora  le  toca el turno a otro compañero de la misma institución: José Ramón Morro. Publica una Tribuna abierta en el Diario de Teruel del 31 de julio. Si, como dicen los expertos, la escritura refleja la cultura de una persona, su forma de procesar las ideas y otros muchos rasgos de su personalidad, leyendo lo que escribe el señor Morro y, unos días antes,  el señor Simón, no debe extrañarnos que hayamos alcanzado tal nivel de deterioro en la gestión de la cosa pública. Con gente así no se puede esperar otra cosa. Si, como es de suponer, los que escriben en los diarios son los más preparados del partido, y el resultado es tan pobre,  ¿se imaginan cómo deben de ser los que nunca escriben, como Mayte Pérez, Arrufat y otros?  Pero no solamente es en el PSOE donde se produce esta abundancia de personas incompetentes; en el PP tampoco andan sobrados de talento, empezando por sus máximas figuras en la provincia de Teruel: Pobo y Blasco. Dada su escasa preparación y experiencia, seguramente no saldrían elegidos para presidir una comunidad de vecinos o ser vocal en la comisión de fiestas de su pueblo. Pero ahí los tienen, una presidenta del PP de Teruel, diputada autonómica y presidenta de la Diputación; y el otro alcalde y senador. ¿Y qué harán en sus despachos? Seguramente lo que cuenta Luis del Val en una de sus habituales colaboraciones en la prensa: por la mañana, nada; y por la tarde, pasar a limpio lo que han hecho por la mañana.

Evaristo Torres Olivas