“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

martes, 26 de junio de 2012

Como Dios manda

En España tenemos muchos más políticos que en cualquier otro país. Y además de tener muchos, son muy malos. Para cualquier otra profesión se necesita tener una formación, una experiencia o las dos cosas. Para político, no. Si se tienen  más de dieciocho años ya se puede ser político, aunque se sea tonto de baba. Estamos desgobernados en muchas instituciones por tontas del  bote y tontos del haba. Pero es que además de ser tontos, en muchos casos son chorizos. En resumen: muchos políticos, mal preparados y ladrones. Y así un país no va a ninguna parte. En cualquier empresa seria exigen fijar unos objetivos cuantificables, realistas, alcanzables. Lo que no se puede hacer es gobernar con chorradas y con frases hechas, como las que comentaba ayer de nuestra “pobre diabla” Pobo o de las sandeces de los guillenes y arrufates. ¿Cómo leches se puede ser presidenta del PP de Teruel  y de la Diputación y decir chorradas como esta: “debemos arrimar el hombro todos y no podemos anteponer el beneficio personal al general”. Lo que necesita un partido, un ayuntamiento, un gobierno regional, un país, son hombres y mujeres capaces de hacer propuestas concretas, cuantificables, de ejercer un liderazgo efectivo, y dejarse de gilipolleces, que lo único que demuestran es que quien las pronuncia no tiene ni puta idea de nada. Pero estos ignorantes se pegan años viviendo del cuento y sangrando a  las instituciones. Circula por internet un texto en el que se recoge el programa con el que Rajoy ganó las elecciones y que consta de dos únicos puntos: 1. Hacer lo que hay que hacer y 2. Hacerlo como Dios manda.  Si eso dice Mariano, a quien Carmen Pobo define como “sabiduría, capacidad de trabajo y disposición para poner a España en orden”, ya se pueden imaginar la concreción de las propuestas de sus discípulos, desde la ministra Báñez que quiere arreglar la crisis con la ayuda de la virgen del Rocío, hasta la “pobre diabla” Pobo  que hace unos días hizo un diagnóstico de la situación que vivimos diciendo que “van a ser años duros, pero apasionantes”. Sí, muy apasionantes, especialmente para los millones de parados y para los jóvenes que con una carrera universitaria, un máster y dos idiomas, se consideran afortunados si les pagan 400 euros en una tienda de Zara o promocionando el lavavajillas Fairy en el Carrefour. Mientras que Pobo, que no tiene ni carrera, ni máster ni idiomas, se pasea en coche oficial y percibe unos ingresos anuales que rebasan ampliamente los cien mil euros (que le pagamos con nuestros impuestos). 

Evaristo Torres Olivas

2 comentarios:

Juan Manuel dijo...

¿Es necesario qué la Presidenta de la DPT necesite un flamante BMV para ir a Cella?, no puede ir con su coche como hacemos todos o que baje su marido el ahiva a recogerla, y otro tanto con el Audi 4 o 5 para el Vicepresidente para ir a Alfanfra,(ambas localidades legísimos de su "puesto de trabajo" a lo que unimos sus respectivos choferes, con esto que no nos digan que los ciudadanos tenemos un rechazo del 90% de la clase política, es como el arzobispo con su guapa compania, hacer lo que yo digo no lo que hago

Trallero dijo...

Creo que el nivel de nuestros políticos mejorará de ahora en adelante. Hasta hace 4 días el que tenía 2 dedos de frente no se metía a político por el tema de la ETA; se lo pensaba 2 veces y decidía vivir tranquilo. Ya casi no nos acordamos pero cualquier concejal del PP o del PSOE de cualquier lugar de España podía caer acribillado a balazos o saltar por los aires con una bomba lapa. Y claro, en la persona que a pesar de esa amenaza, decidía meterse en política, primaban otros méritos, otros valores, otras aptitudes que el ingenio, capacidad intelectual, el talento, etec.