En resumidos cuentos: Otro cargo más para Pobo

Esto es la repanocha, el despiporre, el recochineo. Por si fueran pocos los cargos oficiales de Carmen Pobo, le acaba de caer otro. Al de presidenta del PP de Teruel, presidenta de la Diputación provincial y concejala de Cella, habrá que sumar otro: vicepresidenta del PP de Aragón. La gente que acumula cargos no es de fiar. Tener muchos cargos es la mejor manera de no hacer nada en ninguno. Cuando a Carmen Pobo le preguntan en las entrevistas sobre su trabajo en la Diputación ella dice que consiste en “llevar doscientos treinta y seis pueblos”. Pues mal los tiene que llevar, no solamente por su falta de preparación y experiencia, sino también por la acumulación de carga de trabajo. Ejercer de catacaldos o querer estar en misa y repicando no es algo muy aconsejable y en algunos casos imposible. A no ser que subvirtamos el orden establecido en los diccionarios y cambiemos el significado de las palabras. Presidir puede referirse a desempeñar el puesto de mayor responsabilidad en una empresa o en una institución o en sentarse y dar la palabra a la gente realmente importante y que tiene algo que decir y aportar. Si una persona solamente preside una cosa, ya sea un banco, un club de fútbol o una empresa de sartenes, sabremos que es de los que trabajan, de los que toman decisiones, buenas o malas, que ese es otro cantar. Si por el contrario nos encontramos con alguien de baja cualificación que acumula media docena de presidencias, sabremos que nos encontramos ante un rey, una infanta o ante políticos de baja estofa como Carmen Pobo. Yo, a doña Carmen, la he visto presidir muchas cosas y, más o menos, su fórmula es siempre la misma. Y para que no piensen que ataco solamente a los peperos, he de decirle que la forma de presidir de la señora Pobo es idéntica a la de su antecesor el censor Arrufat. Se sientan, dicen buenas tardes o buenas noches y le dan la palabra a los que realmente saben algo. Pero al día siguiente, no será el o la que tenía algo interesante que decir quien aparezca en primer plano en las fotos, sino la Carmen Pobo o el Antonio, censor, Arrufat de turno, que por algo, entre sus muchas presidencias, también ejercen o ejercían la del Diario de Teruel.

Evaristo Torres Olivas