“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

viernes, 24 de junio de 2011

Hágaselo mirar

Usted se llevaría una impresión muy desagradable si acudiera a un centro médico y un señor con bata blanca y estetoscopio al cuello le dijera huy, huy, esto no me gusta nada, será mejor que consulte con un médico. Pues, más o menos, esto es lo que ha hecho el alcalde (por los pelos) Belloch. Va el tío y convoca un concurso público para encargar a una consultora privada que le diagnostique cómo y dónde se puede recortar y ahorrar. No sirven por lo visto los funcionarios del ayuntamiento ni tampoco los ediles que han salido de las elecciones. Se supone que votamos a los políticos para que solucionen los problemas, no para que contraten a otros que hagan su trabajo; porque entonces habría que cambiar el nombre de funcionarios, concejales y alcaldes por el de inútiles y parásitos. Lo mismo que al galeno de la seguridad social que te espeta que sería bueno que te viera un médico. Con frecuencia, los partidos eligen a sus candidatos no entre la lista de los más cualificados y experimentados sino del cajón de los borregos, alucinados, mequetrefes y lacayos. He tenido ocasión de hablar con alguna de estas lumbreras. Si les preguntas qué conocimientos tienen para que su partido les haya hecho responsables de nuevas tecnologías o del patronato de un museo, ellos siempre contestan lo mismo: no sé nada pero para eso tengo a mis asesores externos. Yo estoy para gestionar. Gestionar, palabra mágica para enmascarar la incompetencia. La tercera vía: ni estudio ni trabajo, gestiono. El político inepto se convierte así en un déspota que no tiene que justificar nada ni dar explicaciones. Lo mismo que el rey, reina, el mercader, mercadea, el político, politiquea. Y gestiona. Gestionar se convierte así en una acción de amplio espectro, como los medicamentos que sirven para todo y no curan nada. De tanto usarla y manosearla, han dejado a la palabra sin significado. Si en algún momento gestionar significó algo, hoy lo ha perdido todo. Como a esos amantes a los que se les acabó el amor de tanto usarlo. Decir hoy gestionar es lo mismo que decir “escofunciar” o “remiscar”, vocablos inventados para disimular la ignorancia y la inutilidad.

Evaristo Torres Olivas






2 comentarios:

Anónimo dijo...

Cuánta razón Evaristo...
Qué triste es en el fondo la democracia, cuando personajes de tal talla nos gobiernan. Yo siempre he pensado que sobran el 99 % de los políticos. Pero la "CASTA" niega siempre esta evidencia y dice que "gestionan" -como bien dices en tu artículo-, a su antojo.
Si se supone que los funcionarios de alto nivel de la administración del estado, autonómica y municipal, han superado una oposición para acceder a un puesto para el que están capacitados... no deberían ellos tomar el mando y realmente gestionar con criterio?
Muchas veces pienso que esto va a acabar como el rosario de la aurora, quizás el movimiento 15-M sea sólo la punta del iceberg, pero si las cosas siguen así, ya pueden temblar los miembros de la "CASTA" porque la ira contenida del pueblo puede derribar cualquier muralla, incluso su vergonzoso y deleznable estatus.
Un saludo

Anónimo dijo...

Los funcioanrios no tienen la culpa de que el alcalde sea un inútil. Ellos, mejor que nadie, saben donde recortar, pero las conclusiones que sacasen igual no eran muy del gusto del alcalde o del político de turno.