“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

sábado, 25 de diciembre de 2010

Papa Noel y el bono alemán

No quiero amargarle la fiesta a nadie pero cuando salta la noticia hay que publicarla. Y hoy ha saltado: el obispo argentino Fabriciano Sigampa ha afirmado que Santa Claus no existe y que “los padres deben contar a sus hijos la verdad”. También ha advertido a los parroquianos de que no deben “confundir la Navidad con un señor gordo vestido de rojo”. Razón no le falta al hombre porque es ridículo, en mi opinión, hacerles tragar a unos críos en pleno verano austral que un tío se vista con forro polar, calzoncillos marianos de thermolactyl, gorro de thermolite y botas recubiertas de teflón para que no se le peguen las cagarrutas de los renos. Es cierto que los niños tienen mucha imaginación y son muy crédulos pero no tanto como para hacerles digerir que un tipo tan gordo se puede colar por la chimenea sin atascarse. Gracias a don Fabriciano, al fin los chicos descubrirán que los regalos los traen los padres y que si no reciben ninguno, la culpa no es de un farsante de nariz colorada sino de otros farsantes llamados mercados que con sus cambalaches mandan a los padres al paro para que no les puedan hacer regalos a los niños. Monseñor Sigampa es un hombre sabio, dispuesto a erradicar la mentira y el fraude para que resplandezca la Verdad. Ya apuntaba maneras cuando hace unos años encargó un mural para su iglesia en el que aparecían la Virgen, el expresidente Carlos Menem y el propio obispo, don Fabriciano. Que tome nota Rouco Varela. A ver si tiene lo que hay que tener para contarles a los chavales españoles que lo de Papa Noel es una trola y que si se quedan sin regalo de Navidad, los responsables son los de los puntos básicos del diferencial con el bono alemán, otro misterio inextricable, como la propia palabreja indica. Si diera ese primer paso, el siguiente consistiría en encargar un mural para la catedral de la Almudena en el que apareciera él junto a la Virgen y a Zapatero. Llegado a ese punto, y con la debida cautela, se podría iniciar un debate sobre la existencia de los Reyes Magos. Si de verdad son sabios y magos, monseñor Rouco podría echar incienso al botafumeiro para pedirles a los Reyes que nos traigan oro y que manden a la mirra a los de los puntos básicos del diferencial con el bono alemán.

Evaristo Torres Olivas

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