“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

domingo, 10 de enero de 2010

Si no "sabís" no "hablís"

Hay un chiste muy viejo de una niña a la que le hacen una pregunta y se queda callada. Le vuelven a preguntar y lo mismo, hasta que la profesora, ya harta, le dice ¿por qué no hablas? La niña lo piensa unos instantes y contesta airada, con voz de pito, ¿y para qué quiere que hable, “pa cagarla?” Una amiga de hace años, de Huesca, más lista que los ratones colorados, nos recomendaba siempre que nos poníamos a discutir a lo tonto: si no “sabís” no “hablís”. El abuelo de Froilán le soltó al bocazas de Chávez: ¿Por qué no te callas? A menudo también se oye la expresión esa de cállate, que estás más guapo. Estos son solo unos ejemplos que ilustran la conveniencia de achantar la mui cuando se desconoce un asunto o cuando no se está dotado para el arte de la argumentación y de la oratoria. Fíjense en la Tribuna de doña Yolanda Casaus del domingo 4 de octubre. No se puede ser más torpe, ya desde el principio, desde las primeras líneas. Sentencia: “Cuando salen los Presupuestos Generales del Estado, todo el mundo se vuelve loco y comienzan a utilizar las cifras de modo partidista, sin preocuparse de la verdadera proyección del territorio. Se analiza un documento extenso y complicado en cinco minutos y de manera fría”. Y a continuación suelta una retahíla de opiniones en las que se arroga incluso la facultad de leer la mente de los ciudadanos: “los ciudadanos de Teruel saben y son conscientes, los ciudadanos perciben, los ciudadanos valoran….”. Si cuando “salen” los presupuestos todo el mundo se vuelve loco, doña Yolanda, que es parte de ese “todo el mundo”, igualmente se volverá loca. Si comienzan a utilizar las cifras de modo partidista, doña Yolanda, que ya se ha vuelto loca como los demás, también las utilizará de modo partidista. Si los demás no se preocupan de la verdadera proyección de territorio, ella que se ha vuelto loca, como los demás, y que utiliza las cifras de modo partidista, tampoco. Si analizan un documento complicado en cinco minutos y de manera fría, ella que se ha vuelto loca, que utiliza las cifras de modo partidista y que no se preocupa de la proyección del territorio, también. En fin, que hubiera estado mejor callada. Para no cagarla.
Evaristo Torres Olivas. Villarquemado
Enviado DdT 4/10/2009 NO PUBLICADO

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