Se va Jordi Sevilla y dice que sus decisión es “estrictamente personal, largamente meditada y madurada y que inicia una nueva etapa vital y profesional en el sector privado”. Me hacen gracia esas palabras. Siempre son las mismas. Cuando se va un político o lo invitan a que se vaya, sueltan esas chorradas y se largan no a su antiguo puesto de trabajo, sino a otro en el que cobran una pasta gansa. Lo que demuestra que los políticos no vienen a servir a la política sino a servirse de la política. Jordi Sevilla no es de los más escandalosos; al menos tiene una buena formación como economista. Pero ha cometido, a mi entender, el mismo error que cometen todos los que se van a “iniciar una nueva etapa vital”: una falta de respeto a sus votantes. Cuando se presentan a unas elecciones, nos dan la tabarra para que les votemos, nos mandan cartas a casa, nos llevan gratis en autobuses para que les llenemos los estadios y agitemos sus banderas, salen “fotochopeados” en vallas publicitarias, interrumpen las programaciones de radios y televisiones para endiñarnos su monserga en los espacios electorales. Y cuando se van, lo hacen a la francesa: au revoir, que me voy a iniciar una nueva etapa vital. Dimitir es un derecho y en algunos casos la única alternativa que le queda a una persona con un mínimo de dignidad. Se dimite porque se ha fracasado en la tarea que le habían encomendado; se dimite porque la organización a la que se pertenece se ha desviado del programa o de las promesas; se dimite por enfermedad o por incapacidad sobrevenida; se dimite por muchas razones. Pero hay que explicárselo claramente a los ciudadanos. Tomar las de Villadiego a mitad de legislatura, sin más explicaciones que el latiguillo de la “nueva etapa vital” es tomar a los electores por unos imbéciles que solo sirven para depositar papeletas en las urnas el día de las elecciones. O también puede ser que ese pacto de silencio sea el precio a pagar para conseguir el nuevo puesto en el sector privado. No, no ha actuado bien don Jordi Sevilla, el que le enseñó a Zapatero toda la Economía que hay que saber en dos tardes. Podía haberse tomado una para explicarnos por qué se ha ido a iniciar “una nueva etapa vital y profesional”.
Evaristo Torres Olivas. Villarquemado
Evaristo Torres Olivas. Villarquemado
DdT 17/9/2009
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