“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

miércoles, 20 de enero de 2016

Los incompetentes

El periodista Antonio Navalón escribía el lunes en El País un interesante artículo que titulaba Calígula. En él decía algo que yo observé en múltiples ocasiones cuando me dedicaba profesionalmente a la selección de personal: que la mejor manera de engrandecer la propia figura consiste en rodearse de mediocres. Navalón lo dice para referirse a los políticos y a la falta de liderazgo actual. Pero se puede aplicar a cualquier actividad humana. En mi experiencia de muchos años, observé con frecuencia que el mejor candidato o candidata no era el preferido de la persona a cuyas órdenes iba a estar el nuevo fichaje.  Lo que hay detrás es algo muy humano y comprensible, pero nocivo para el desarrollo de cualquier actividad. El jefe teme que si elige al mejor, este  le birle el puesto y por ese motivo prefiere a un candidato del montón. Tal vez tenga todo esto que ver con que, de acuerdo con el principio de Peter,  “con el tiempo, todo puesto tiende a ser ocupado por un empleado que es incompetente para desempeñar sus obligaciones”.  O con lo que  mucho antes  ya dejó escrito nuestro Ortega y Gasset: “Todos los empleados públicos deberían descender a su grado inmediato inferior, porque han sido ascendidos hasta volverse incompetentes".  Estas teorías explican por qué el mundo es como es, por qué hay crisis, catástrofes, guerras, hambre: porque quienes toman las decisiones no están preparados para tomarlas. Tal vez todo se arreglaría si se decidiera  degradar a todos los que nos están jodiendo la existencia, a aquellos que en lugar de aportar soluciones crean problemas o, en el mejor de los casos, no hacen nada y cuando no están, no pasa nada ni se echa en falta su ausencia. Como Arrufat, que tras la dimisión del puesto de delegado del Gobierno de Aragón en Teruel y sin que nadie lo sustituya, ni se le echa de menos ni se ha paralizado la provincia. Es más, creo que todo funciona mejor (admito que esto es una apreciación personal, dada la tirria que le tengo al censor Arrufat).  Deberíamos proponer los ciudadanos que también dimitieran otros muchos cargos incompetentes y que volvieran a su anterior trabajo, el previo a alcanzar su nivel de incompetencia. El problema es que muchos no tienen trabajo anterior. Son incompetentes totales.

Evaristo Torres Olivas
 

4 comentarios:

Anónimo dijo...

A mi lo que me llama la atención, observando al Psoe actual y la situación generada, es como una sóla persona (Pedro Sánchez), poco apoyada dentro de su partido, cuyos principales apoyos son los cargos orgánicos que han ascendido con él dentro de su organización, tiene en sus manos el destino de la política institucional estatal que, por desgracia, va a afectar a bastantes millones de personas.

Una vez más, porque es un fenómeno muy visto ya, que tantas cosas importantes dependan del cerebro, de la debilidad y de las veleidades de tan pocas personas es, entre otras cosas, aterrador. Miserable. Irracional. Injusto. Faltaría diccionario... .

La única razón (o casi) de que el Psoe no se avenga a algún cambalache de "gran coalición o similar" es que sería el fin de la carrera política de su líder.
Aun a pesar de que la posibilidad de que acaben accediendo, tras muchos ruegos, mucho rasgarse las vestiduras y, por supuesto, mucho calentar la cabeza y mentir a la gente a una suerte de "gran coalición" es casi tan probable como la de nuevas elecciones generales, es deplorable observar como la existencia de jerarquías pudre, ridiculiza y ningunea la llamada representatividad de las diputadas electas. Tal representatividad siempre ha sido un engaño flagrante de proporciones monumentales. Pero hay gente que se lo cree. Y no tiene sentido ni legitimidad ninguna que todo dependa del futuro o la falta de él en política profesional de una persona concreta. Se llame P. Sánchez, se llame A. Mas, o como se llame.

Nos dicen que la democracia es donde todo el mundo opinamos, donde la combinación de los resultados de la "voluntad popular" expresada en las urnas hace que las decisiones que tomen luego esas personas sean legítimas y compartidas por la gente... pero lo cierto es que los partidos hacen lo que les da la gana con los votos, que las decisiones políticas las toma una pequeña camarilla del partido (o partidos) gobernante(s) y ya está. O sea, que después de todo el bombo, el platillo, las solemnidades, las horas interminables de adoctrinamiento televisivo, etc... todo acaba siendo una dictadura donde, cada 4 años, cambia la camarilla de dictadoras y dictadores que, efectivamente, deciden.

Dictadoras y dictadores, por supuesto, cómplices y lacayos de todos los poderes económicos internos y externos a quienes no se atreven a contrariar ni por activa ni por pasiva. Son muchos millones de personas las que acuden a votar pensando que con tal acto participan en el rumbo de "su" comunidad humana dentro del planeta... para que al final decidan de verdad 20 o 30 personas con cargo público y los nombres propios escondidos detrás de términos como "la banca", "los mercados" o "los inversores".

Por no hablar de que nadie le da importancia o no repara en el hecho de que elegir, supuestamente, a la gente que decide, no es decidir. No EJERCES tu cuota de soberanía, sino que la TRANSFIERES (y ni eso) a otras personas que no tienen ninguna obligación de hacer caso ni a su programa, ni a sus votantes, ni a ninguna persona que no tenga poder REAL para presionarles.

Votes a quien votes, aunque gane, LA AUTORIDAD EFECTIVA que también le das al haberles votado hace, también, que cualquier queja u oposición activa en la calle a las políticas que han decidido, supuesta y falsamente, en tu nombre, pueda ser causa de cárcel o sanciones económicas... pues al votarles también perdiste mucha libertad colocándo a esas personas por encima de ti, con prerrogativas sobre ti que, por supuesto, harán efectivas en todo caso que consideren oportuno.

Anónimo dijo...

El pasado 23 de diciembre escribías una columna titulada "La entrevista de trabajo (2)". En ella contabas que el pasado verano te hicieron una entrevista de trabajo, y que te la hicieron tres jóvenes políticos en activo. No decías que la misma era para trabajar en PODEMOS, y que entre los entrevistadores estaba Maru Diaz, portavoz de este partido en las Cortes de Aragón, acababas diciendo que los tres eran unos incompetentes. Al relacionar las dos, he pensado si con esta última lo que quieres decir es que, los tres jóvenes políticos que te entrevistaron deben dimitir (el que sean incompetentes ya lo has dicho tu). También me pregunto si a la persona que acabaron contratando, lo hicieron porque es más mediocre que el resto de aspirates.

Anónimo dijo...

¿Se podría hacer algo para el puesto de Delegado del Gobierno en Teruel no se cubriese? La verdad es que es un puesto sinecuras total, aparte de viajar y hacerse fotos para que las publique el Diario de Teruel, esta figura tiene muy poco contenido. Muy bien nos podríamos ahorrar ese sueldo y dedicar esos fondos, por ejemplo, a contratar un oftalmólogmo más en le Hospital de Teruel, que ese puesto si que hace falta.

Anónimo dijo...

¡Qué pánico! ¡Qué horror! ¡Qué sin vivir! ¡Qué de flácidas piernas temblor!
Acabo de leer en el Heraldo de Aragón que el propósito, desasosiego extremo y máxima inquietud del portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Teruel, Ramón Fuertes, es "velar por el interés de los ciudadanos".
Como decía el gran Eugenio: "Vale, pero... ¡HAY ALGUIEN MÁÁÁS!"