Evaristo Torres Olivas
miércoles, 23 de diciembre de 2015
La entrevista de trabajo (2)
Durante muchos años me he dedicado profesionalmente a
dirigir el departamento de personal de algunas empresas multinacionales. Y
entre las responsabilidades de un departamento de personal está la de selección de los nuevos
empleados. Durante esos años he entrevistado a cientos de personas, y me ha
pasado de todo, bueno, malo, divertido y triste. Entre lo bueno, haber
seleccionado a hombres y mujeres jóvenes que en el transcurso de los años han llegado a
ocupar puestos relevantes en conocidas empresas. De lo malo, haber participado
en la selección de un director general, con un currículum impresionante, a quien a los dos años hubo que despedir por corrupto
y chanchullero. Divertido fue cuando una
chica joven se presentó a la entrevista acompañada de su abuela y la anciana me
soltó un discurso de diez minutos para convencerme de que no iba a encontrar a nadie mejor que su
nieta. Tristes las ocasiones en las que el mejor candidato o candidata eran
desplazados por otros que venían recomendados de algún ministerio, tanto socialista como del PP, y que eran
contratados a pesar de la valoración negativa del equipo de selección. La
selección de personal, como cualquier otra actividad profesional, requiere
conocimientos y experiencia. Y ética y rectitud. Por respeto a las personas y
por la igualdad de oportunidades. Un candidato que se ha molestado en enviar
una carta y presentarse a una entrevista merece que se le dedique el tiempo
necesario. No menos de una hora es el tiempo que yo dedicaba a una entrevista,
fuera el puesto que fuera, desde una administrativo a un jefe de departamento o
a una presidenta (a estos dos últimos se les dedicaban más tiempo y más
entrevistas). Este verano pasé a ser
entrevistado para un puesto en Teruel; y me enfadé mucho cuando me tuve que
someter a las preguntas de tres jóvenes inexpertos, los tres a la vez, dos
mudos y una que me hizo dos preguntas absurdas, y todo en apenas quince o
veinte minutos. Más de dos horas para redactar el currículum, recorrer 50
kilómetros hasta el lugar de la entrevista, esperar a que me llamaran. Y sin
ninguna profesionalidad, sin tener ni idea de lo que estaban haciendo, en
apenas unos minutos se me quitaron de encima. A los otros tres candidatos les
hicieron exactamente lo mismo. Y lo más grave de esa falta de ética es que esas
tres personas que me entrevistaron son tres políticos en activo. Algún día, tal
vez publique la carta que me enviaron para decirme que no me habían
seleccionado “con motivo del proceso de personal para la estructura funcional
del grupo que hemos llevado a cabo”. Ahora se estilan las entrevistas de selección por competencias, pero a mí me entrevistaron tres incompetentes.
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Títeres sin cabeza
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4 comentarios:
Y esa incompetencia a la que te refieres ¿es sólo para entrevistar a aspirantes a "asesores" de PODEMOS, o también para ser portavoz de las Cortes de Aragón por el mismo partido ?
Ni para lo uno, ni para lo otro. No tengo yo suficiente talla para ocupar esos puestos.
Al final también levantabas la mano y entraban recomendados de pp y del psoe.
Por favor Evaristo.
Y los que están de asesores, ¿crees que sí que la tienen?
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