Evaristo Torres Olivas
viernes, 18 de diciembre de 2015
Dinosaurios
El pasado miércoles,
en un debate en Aragón Radio, Ignacio Urquizu, candidato al Congreso por el
PSOE, hablando de regeneración, les espetaba a sus adversarios que “lo que no regenera es presentar siempre las
mismas personas”. Seguramente esas palabras iban dirigidas a Blasco y a Pobo,
los candidatos al Congreso y al Senado por el PP, que llevan tantos años
presentándose a todos los cargos retribuidos de la política que deberían
exhibirlos en Dinópolis al lado del Aragosaurus y del Turiasaurus. Pero esa es
media verdad porque la otra media es que los representantes del PSOE también
deberían tener un lugar distinguido en nuestro Territorio Dinópolis. Velasco, Guillén, Arrufat, Mayte Pérez han sido y son la prueba de que la
regeneración no es algo que practique el PSOE. Y el propio Urquizu, en poco más de seis meses ha sido
diputado autonómico y senador y ahora aspira a ser diputado nacional. Otra
prueba de su talante y preparación para ocupar cualquier puesto en política nos
lo aporta la contestación— en una
entrevista al periódico La Comarca — a la pregunta sobre el nombramiento a dedo por Lambán del exdiputado de IU Luis Ángel Romero: “No
conozco en profundidad el caso para tener una opinión muy formada pero por lo
que me han dicho esto es fruto de un pacto con IU. Es este partido el que tiene
que explicar por qué quieren que tengamos a Romero en esa institución”.
Observen el cinismo y el cuajo que hay
que tener para contestar de esa manera. Y también demuestra el estercolero en
que se ha convertido la política. A Urquizu le han dicho que su partido pacta
con IU y que, en lugar de discutir y
negociar sobre programas y políticas en beneficio de la ciudadanía, acuerdan
apoyo a cambio de un puesto de trabajo. A Urquizu no le merece ninguna crítica,
ninguna valoración, ninguna condena. No ve nada censurable en su partido ni en
el presidente Lambán. Se lava las manos y afirma que la explicación la debe dar
IU. Esa es la regeneración del PSOE, esos son los valores del partido que
predica la honradez. Tal vez habría que hablar, no de regeneración, sino de
degeneración. La degeneración de un partido con casi ciento cuarenta años de
historia.
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Títeres sin cabeza
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2 comentarios:
El Psoe tendrá casi 140 años de historia, pero las actuaciones y declaraciones de Urquizu se ajustan perfectamente al estercolero ético de pensamiento, palabra y obra que es el Psoe desde hace décadas. Su historia desde mediados o principios de los 70 es esto, básicamente.
Tampoco las "maniobras" de IU en diversas instituciones del estado español son nuevas. Da la impresión de que si no han sido de mayor magnitud es sólo porque IU no ha tenido mayor poder. Recuerdo cuando, fruto de un acuerdo con el Psoe en la D.G.A. a mitad de legislatura, hace ya unos años, "aterrizaron" en varios puestos de trabajo de la D.G.A. y/o de las cortes de Aragón conocidas personas afiliadas a IU. Parece ser que en el País Vasco ocurrió otro tanto (al menos en una de las ocasiones que Ezquerra batua apoyó a un gobierno vasco), sólo que allí aún "aterrizaron" en mayor número.
Iu todavía tiene una imagen de partido limpio y, sin duda, hay gente trabajando en IU que se ajusta a esa imagen. No obstante, Urquizu tiene razón en una cosa (aunque no sea él el más apropiado para decirlo): Iu, en el caso de Romero y en otros, debería explicar a sus votantes, a sus afiliadas y al conjunto de la sociedad, en qué beneficia a los objetivos sociales que proclaman sus dirigentes desde las tribunas, la colocación ¿sistemática? de miembros destacados del partido cuando la coalición toca algo de poder, aunque sea de refilón.
La verdad es que, suponiéndolos conocedores de este "fenómeno" dentro de su partido (hablando en general), me gustaría oir la opinión -real- de Anguita y de A. Garzón.
Porque no hay por dónde cogerlo.
¡Qué vergüenza!
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