“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

jueves, 19 de noviembre de 2015

La Dimputación, con eme

Todos a la cárcel es una película de Berlanga con mucho humor, como la mayoría de las suyas.  He pensado en esa película cuando leí el Diario de Teruel de ayer y me enteré de que el juez va a interrogar a todos los diputados que aprobaron las subvenciones en los dos plenos de febrero de 2010 y 2011. De momento,  además de Arrufat y Abril, ha llamado a declarar a Julia Vicente y a Inocencio Martínez, pero ha dejado clara su intención de interrogarlos a todos, para, según sus palabras, “evitar cualquier agravio comparativo”. Estoy seguro de que con esta noticia Azcona y Berlanga podrían haber hecho una película desternillante, un retrato fiel de esta España mía, de esta España nuestra. Se podría titular Todos imputados. La verdad es que no habría que echar mucha imaginación para escribir el guion. Aunque sea una frase hecha, en este caso la realidad supera a la ficción. Inocencio Martínez ha declarado que está “sorprendido”  porque lo único que ha hecho ha sido “levantar la mano en un pleno”.  En esta ocasión, he de reconocer que don Inocencio ha sido muy sincero y ha reflejado la realidad de que lo único que hacen muchos diputados y concejales es levantar la mano en los plenos. Bueno,  eso y cobrar. No sé cómo terminará todo el asunto este del CRDO y las subvenciones de la Diputación. Mucha chicha no parece que haya en este caso. Espero sinceramente que nadie haya trincado nada. Por lo publicado hasta la fecha, parece ser que el montante total de las subvenciones irregulares asciende a 68 000 euros. Más o menos lo que se gastaban en aperitivo los de la Gürtel o de la Púnica en sus reuniones para planear sus fechorías. Si uno se pone a pensar, a lo mejor estamos haciendo un pan como unas hostias y nos sale más caro el collar que el perro. Si nos ponemos a calcular el tiempo que va a llevar el esclarecimiento de los hechos, las largas horas de interrogatorios; si sumamos los salarios de los funcionarios implicados, el consumo de luz y calefacción, desgaste de ordenadores,  tinta de impresora y kilos de papel, va a resultar que sobrepasa los 68 000 euros. Pero claro, también es verdad que más caro resulta mantener a decenas de políticos que lo único que hacen es levantar la mano. Y alargarla para cobrar. 

Evaristo Torres Olivas

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿ Y tu te extrañas ?
candidato suplente, eres tu.