“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

martes, 22 de septiembre de 2015

La evolución de los partidos

Javier Maroto, el ex alcalde de Vitoria que se casó el sábado con su novio de toda la vida, Josema, en una ceremonia a la que asistieron Rajoy y toda la plana mayor del PP, ha afirmado con toda seriedad que “los partidos evolucionan”.  Me cae bien Maroto porque hace falta mucho valor para ser del PP,  tener huevos de casarse con Josema e invitar  a la boda a toda la carcunda del partido. Demuestra también tener mucho sentido del humor para declarar que su partido ha evolucionado. Y es que al PP es de digestión lenta, le cuesta asimilar las cosas, pero cuando las asimila no hay quien lo pare. Ya me veo yo a Mariano Rajoy, en tanga y con los morros pintados, montado en una carroza y bailando en el próximo desfile del Orgullo Gay. Y a Ana Botella repartiendo manzanas y peras entre los asistentes. Todo para solidarizarse con las personas a las que durante años han tratado de enfermas, viciosas y degeneradas. Lo han entendido tarde pero lo han entendido. Cualquier día nos sorprenden afirmando que los reyes son los padres, la tierra gira alrededor del sol y que Chanquete ha muerto. Ahora solo falta que también evolucione la Iglesia, que salga Rouco Varela de su letargo en su pisito exento de IBI,  cuya reforma costó más de un millón de euros,  y nos diga que ha invitado a la nueva pareja a tomar té y entregarles un detalle en nombre de su empresa, de la que es presidente honorario.  En definitiva, que tanto el PP como la Iglesia son de evolución sosegada, pausada, poco a poco, segura. Y es que en las cosas importantes no se puede actuar a la ligera. La Iglesia, nuestra madre,  ha tardado casi cuatro siglos para pedir perdón por la condena a Galileo. Y el PP casi otro tanto en reconocer los matrimonios homosexuales, aprobar el aborto o reconocer que Rodrigo Rato no se portó del todo bien. Sin embargo, para otras cosas, como recortar derechos, soltarles perras a los bancos o hacer reformas laborales para esclavizar a los trabajadores, el PP va a todo trapo. Cagando hostias.

Evaristo Torres Olivas
 

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Lo han entendido? ¿Seguro? Una parte, puede. El conjunto entero, seguro que no. Y, en todo caso, según discurra (se haga discurrir) la llamada "opinión pública", que nadie dude que pueden volver atrás... .
Cualquier tipo de conquista social necesita que se invierta esfuerzo en mantenerla, de lo contrario, la regresión es casi segura.

Anónimo dijo...

https://www.youtube.com/watch?v=1Wt_MJT1XdM