“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

lunes, 13 de noviembre de 2017

Lo auténtico y lo falso

(Publicado en Diario de Teruel el 16 de noviembre)
Ser un líder no es cosa fácil. El verdadero líder reúne unas características difíciles de encontrar en una sola persona. De ahí que las empresas, las religiones y los partidos políticos se los rifen porque de un buen liderazgo depende el éxito de las organizaciones. En una sociedad democrática, el líder es un guía al que se admira y sigue voluntariamente. Las personas nos comportamos como ovejas si tenemos un buen pastor que nos marque el camino. La dificultad está en encontrar al verdadero, al auténtico, al pata negra, y saber distinguirlo de los falsos, de aquellos que lo parecen, que dan el pego, pero que al poco tiempo se descubre que son un timo, al igual que los falsos Rolex, las zapatillas de marca a quince euros o los libros que te prometen aprender alemán en dos semanas. La prueba del algodón y los controles de calidad  que ha de pasar el líder para obtener el certificado de autenticidad son estos, entre otros: tener una buena oratoria, ser valiente, predicar con el ejemplo, ser coherente, emocionar, destacar. Veamos si Pablo Iglesias pasa todos los filtros, si es auténtico o una imitación con obsolescencia programada, un Rolex del top manta. No cabe duda de que Iglesias es un buen orador, de los mejores. Sabe tocar la fibra sensible, emociona cuando habla de los de arriba y los de abajo, sabe dirigirse al corazón de la gente corriente, ataca a los corruptos, a la trama, a la casta y a los mafiosos. En un mundo,  el de la política, de encorbatados, pelo engominado,  coche oficial y oratoria afectada, Iglesias destaca con su cabello largo a lo Jesucristo, descorbatado y camisa remangada del Carrefour. Hasta aquí, parece que estamos frente a un jefe de verdad. Pero hete aquí que nos enteramos de que Iglesias ha viajado a Bolivia para recibir una medalla de no se sabe bien qué ni por qué motivo, y no se le ocurre otra cosa que regalarle una camiseta del Real Madrid—de Cristiano Ronaldo—a  Evo Morales. Los gestos y los símbolos son muy importantes en política y los capitanes de verdad lo saben. El mundo del fútbol profesional es un buen ejemplo de corrupción, chanchullos, evasión de impuestos, especulación, mangoneos en el palco de "autoridades". No se puede predicar la honradez, la limpieza, la transparencia y a la vez regalar símbolos de todo lo contrario. Ahí ha fallado Pablo Iglesias.  Prueba no superada. Estamos frente a un líder de pacotilla, de chichinabo, con fecha de caducidad. Falso.

Evaristo Torres Olivas



2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ese regalo es inadecuado y perjudicial... ¡hasta para C. Ronaldo! (aunque él (C.N.) no lo sabe)... .

Anónimo dijo...

No creo que ese hecho de regalar una camiseta del Real Madrid deslegitime como lider a Pablo Iglesias.Es una nimiedad.Hay cosas que tal vez sí.Esa no.