“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

martes, 30 de mayo de 2017

Martillo de castas y tramas

No hay nada como la coherencia. Actuar de acuerdo con lo que se piensa. Ante situaciones similares tener comportamientos y opiniones iguales. Supongamos que eres de un partido nuevo al que vamos a llamar Podemos. Supongamos también que ese partido defiende la laicidad, la separación entre la sociedad civil  y la religiosa. Supongamos que un ministro del PP y del Opus, al que llamaremos  Jorge Fernández Díaz, le concede la Medalla de Oro al Mérito Policial a una virgen a la que vamos a poner el nombre de Nuestra Señora María Santísima del Amor. Con todas estas suposiciones y de acuerdo con la coherencia que se espera de los dirigentes, el secretario general del partido al que hemos convenido en llamar Podemos difundiría por las redes para que se hiciera viral un mensaje que suponemos sería algo así: “Nada contra el amor, pero dar una medalla a una Virgen mientras nuestros agentes están sin chalecos es bochornoso”. Para complicar un poco más el asunto, vamos a seguir con otras suposiciones. Nos imaginaremos a un miembro díscolo del partido Podemos al que le pondremos de apodo Kichi. A Kichi lo vamos a hacer alcalde de una ciudad cualquiera, Cádiz por ejemplo. Y nos inventamos que el alcalde le concede la Medalla de Oro de la ciudad a la Virgen del Rosario, por elegir una de las muchas vírgenes. Ahora quiero que me respondas qué crees que diría, para mantener la coherencia,  uno de los fundadores e ideólogos de Podemos, al que bautizaremos como Monedero, sobre la concesión de medalla del rebelde Kichi. Hayas pensado lo que hayas pensado, te has equivocado. Monedero ha dicho esto: “Kichi es Alcalde de Cádiz y de todos los gaditanos. Y de la misma manera que está bien que no impulse nada que nos quite la responsabilidad de nuestros actos, hace bien en escuchar al pueblo en el momento concreto en el que vive el pueblo, que es el ahora. Porque en un mundo emancipado es verdad que o no habrá ni dioses ni vírgenes o habrá miles. Pero mientras tanto, gobernamos para el pueblo que está ahí. Y gobernamos sabiendo que no es lo mismo el poderoso que el humilde, aunque coincidan en algunos sitios. Kichi no es el alcalde de mañana. Es el alcalde de hoy. Y qué bueno que lo tiene claro. Y además, sin ayuda de la virgen, porque dios nunca abandona a un buen marxista”. Un vergüenza, sí. Y la pena es que todo lo anterior no son suposiciones sino verdades como puños. Como los que levantan los de Podemos, martillo de castas y de tramas. ¡Manda huevos! Estos también se apuntan a la posverdad.

Evaristo Torres Olivas

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