“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

martes, 23 de mayo de 2017

Envidia malsana

Me llama la atención la capacidad que tienen los políticos para decir tontadas.  Es como si decir gilipolleces fuera requisito imprescindible para tener un puesto de responsabilidad en un partido y ser nombrado portavoz del mismo. De todas las bobadas que cuentan destaca su pretendida capacidad de leer nuestra mente y descubrir qué pensamos y opinamos. Adquieren esa habilidad por ciencia infusa, sin necesidad de recurrir a encuestas, a entrevistas o a otros métodos aceptados en las  ciencias sociales. Veamos tres ejemplos recientes, fresquitos, recién cocinados en la olla de tres genios de la política.  Vayamos por orden. El viernes publicaba El País en portada el siguiente titular entrecomillado que recogía el pensamiento de Susana Díaz: “Los ciudadanos quieren un PSOE que deje de lamentarse y se ocupe del país”. Al día siguiente, sábado,  el diario Público resaltaba este otro titular: “Echenique dice que los votantes del PSOE apoyan la moción de censura aunque sus líderes "están más cerca del PP". Y para finalizar, nuestro Diario de Teruel, en una entrevista a Carmen Pobo, recogía estas palabras de la senadora del PP: “Los populares son la envidia del resto de partidos por el equipo de personas con que trabaja”. No se trata de un estilo de un partido en concreto pues los ejemplos son del PSOE, Podemos y PP, respectivamente. Tampoco es algo propio de hombres o de mujeres en exclusiva. Ni siquiera de la vieja o de la nueva política. Todos los partidos, hombres y mujeres, vieja y nueva política, los de la casta y los descastados, de la trama y de la urdimbre. Se aventuran en declaraciones sin fundamento, con lo primero que les viene a la cabeza, vaguedades carentes de cualquier significado. Bobadas. Que Pobo diga que los populares son la envidia del resto de partidos suena a cachondeo. A no ser que esté pensando que con la cantidad de dirigentes imputados/investigados que tiene el PP, algunos en la cárcel, con la porquería que acumula el partido, sigan ganando elecciones una y otra vez. En tal caso sí que es un motivo para que los otros partidos le tengan envidia. Envidia malsana.

Evaristo Torres Olivas

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