“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

jueves, 26 de marzo de 2015

El refundador que la refunde. Segunda parte

Izquierda Unida necesita algo más que echarle un poco de tres en uno a los engranajes del aparato. El aparato—conjunto de personas que dirigen el partido—está desgastado, anticuado, es lento, con piezas que no se han cambiado hace muchos años. En los tiempos de los correos electrónicos y  de los whatsapps, IU se ha quedado en el telégrafo y el correo a caballo o en burro. Cada vez que se produce una avería, se tardan meses y hasta años en arreglarla. Hace un par de años se produjo una avería en una biela, la que mueve el conjunto de la honradez. El agente causante, la tarjeta negra—black en inglés—no fue detectado a tiempo, y cuando lo fue, no se eliminó con rapidez. Los responsables del control de calidad, de nombre Gordo, Pérez y Reneses,  no asumieron ninguna responsabilidad y el asunto sigue sin resolverse. Los jefes de arriba, el Federal, como lo llaman los de a pie, pinta menos que Pichorras  en Pastriz; vamos, que los toman por el chichi de la Bernarda. ¿Por qué? Porque se montan una primarias para elegir a  los cabezas de lista en las elecciones de  Madrid y las ganan por abrumadora mayoría una tal Tania y un tal Mauricio. Unos meses más tarde, Tania y Maurico están fuera del partido debido a las luchas intestinas entre facciones. Y lo que diga el Federal, ni puto caso. Los votantes se preguntarán: si mandaran o mandasen estos mendas, y en lugar de una lista de primarias o de un dirigente que se funde la pasta con  las tarjetas black,  se tratara de tomar una decisión sobre la gestión  de una red de hospitales públicos, o de hacer frente a un catástrofe, ¿qué diría y  haría el Federal? ¿Se tardarían meses o años en tomar una decisión? Cuando surge un problema, se analiza, se barajan alternativas y se toma una decisión. En la actual Izquierda Unida cuando aparece un problema se deja que se amojame o se acecine. O que se haga cada vez más gordo: que se ajamone. Todo menos resolverse.

Evaristo Torres Olivas
Si no se es capaz de solucionar los problemas sencillos....
 

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