“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

viernes, 28 de noviembre de 2014

Agencias de empleo

Los partidos políticos  son agencias de empleo antes que ninguna otra cosa. De ahí que la relación entre dirigentes y militantes se parezca más a la disciplina militar que a cualquier otro tipo de relación. Alfonso Guerra lo expresaba muy bien con aquello de quien se mueve no sale en la foto. Quien no marca el paso ni se cuadra ante el secretario general chusquero, se queda sin curro. Por eso se entiende que si un dirigente dice que hay que modificar el artículo 135 de la Constitución, todos votan que sí y si un tiempo más tarde, el que manda dice que hay que dejar el artículo 135 como estaba, los mismos vuelven a votar lo que les dice el jefe. La unanimidad solamente se produce en las dictaduras, ya sean de Franco, de Pinochet o a la búlgara.  En una empresa bien dirigida, los puestos de trabajo son ocupados por las personas de mayor competencia  (pericia, aptitud, idoneidad para hacer algo o intervenir en un asunto) y  mérito. Pero la empresa Partido Político S.A., cubre sus puestos con aquellos que mejor hacen de alfombra, de loro, de limpiabotas, o de lameculos, de tal manera que las propuestas del mandamás frecuentemente obtienen más votos que votantes hay, porque algunos pelotas votan dos veces o porque alguna mano invisible da el pucherazo.  Con el tiempo, en los partidos políticos se produce una degeneración evolutiva: no salen adelante los más aptos, los intelectualmente más capacitados y los más honestos, sino aquellos que se adaptan mejor a la podredumbre que les rodea; aquellos a los que no molesta el olor a mierda, los que saben nadar en aguas fecales, y respirar aire corrompido. Y así nos va. Pero como carecen de valores y de escrúpulos, no tienen inconveniente en utilizar todo tipo de artimañas para quitarse los muertos de encima y no asumir ninguna responsabilidad. Si les acusan de que las cosas están peor que cuando mandaba el adversario, nos hablarán de que es culpa de la herencia recibida. Si no se cumple lo que prometieron, nos asegurarán que ya están surgiendo algunos brotes verdes y que ya se ve una luz al final del túnel. Si surge un nuevo partido que les hace sombra, dirán que son extremistas, populistas y comunistas. Ese es el trabajo que les proporciona la agencia de empleo en que se ha convertido su partido.

Evaristo Torres Olivas
 

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Se puede decir más alto pero no más claro. Gracias Evaristo

Anónimo dijo...

Bueno, tan o más importante es la capacidad de dichos individuos para manejarse con la podredumbre exterior, que es mucho más poderosa porque tiene más dinero, y hay que saber hacer bien la genuflexión... o la alfombra, si es preciso.