“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

miércoles, 28 de noviembre de 2012

El método inverso

Tomar decisiones o saber si las que toman otros son las correctas no es siempre fácil. Uno no puede saber de todo ni tiene todos los datos que le permitan valorar objetivamente todas las situaciones. Cada uno tenemos nuestro método para inclinarnos hacia una propuesta u otra de las que nos ofrecen. Algunos confiamos en lo que nos aconsejan personas a las que consideramos expertas en el asunto sobre el que hay que pronunciarse. En otros casos, nos ponemos del lado de las propuestas de los que tienen nuestra misma ideología.  Mi preferido, sin embargo,  consiste en escuchar a las personas a las que no les tengo ningún respeto y opinar o hacer todo lo contrario de lo que ellas dicen y hacen. Es un método infalible. Yo lo llamo el método inverso porque consiste en no hacer lo que nos aconsejan, en tomar el camino opuesto al que nos indican o en no votar a quien nos  piden que votemos. Imagínese que usted no sabe si es bueno o malo que España pida el rescate. Para informarse y emitir una opinión, puede comprarse todos los periódicos económicos, españoles y extranjeros; puede también pedirle consejo a un amigo economista de quien usted se fía. O puede aplicar mi método favorito, el inverso: ¿Qué piensa Botín sobre el rescate? Un titular del   Diario de Teruel de 22 de noviembre nos lo deja claro: “Botín ve signos de mejoría pero aboga por el rescate de la economía”.  El autor del titular miente un poco: el texto de la noticia nos informa de que Botín ve signos de mejoría pero es Alfredo Sáenz, consejero delegado del banco de Botín, quien afirma que necesitamos el rescate. Pero es una “mentira verdadera”, si se me permite el oxímoron: ya se cuidará Alfredo (Sáenz) de decir algo con lo que no esté de acuerdo Emilio (Botín). Es su portavoz. En resumen, que como  Botín y Sáenz son dos personas a las que no les tengo ningún aprecio, yo creo que el rescate es malo para los ciudadanos. Lo  que es bueno para Botín es malo para los españoles. La pasta del rescate se la llevarán los bancos y los ciudadanos que no  tenemos SICAV ni cuentas en paraísos fiscales, pagaremos con nuestros impuestos, como siempre, los desaguisados de los banqueros.

Evaristo Torres Olivas 

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Espero tu crónica sobre el "ejemplar" discurso de la Pobo en la presentación de Turia...

Eto dijo...

La próxima semana hablaremos de los ejemplares y los especímenes.