“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

viernes, 12 de marzo de 2010

Efímero

Puesto que las columnas en las que hablo del sueldo y de las prebendas de los políticos son las que más comentarios suscitan entre mis lectores, seguiré metiendo el dedo en la llaga. En las páginas de este diario, algunos políticos, por cualquier tontería, se enzarzan en discusiones estériles pero en lo referente a sus excesivamente bien remuneradas sinecuras, parece haber un consenso entre todos los partidos en no abrir el pico. Un conocido parlamentario de nuestra provincia tiene un blog en el que define su trabajo como “esta actividad, siempre efímera, como es la política, pero siempre interesante para los ciudadanos”. El diccionario de la RAE define efímero como: “1. adj. Pasajero, de corta duración.2. adj. Que tiene la duración de un solo día”. Como el autor de esa afirmación lleva más de dos tercios de su larga vida laboral dedicado al ejercicio retribuido de la política, o bien se equivoca él o bien se equivoca la academia de la lengua. Otro político nada efímero, Javier Rojo, presidente del Senado, tiene la poca vergüenza de declarar públicamente que “las pensiones de los políticos son excepciones y no privilegios”. Utilizando su misma retórica, podría yo decir que esas afirmaciones me parecen una mamarrachada sin que por ello incurra en el insulto sino en un sencillo diagnóstico. Existen fórmulas que son de sentido común para fijar los ingresos de los políticos. Déjenme proponer una que es la síntesis de las propuestas por Izquierda Unida y por el filósofo Gabriel Albiac. Propone Izquierda Unida: “Ningún funcionario del Estado, de las comunidades autónomas o de los ayuntamientos -sea un cargo político o no- cobre más que el presidente del Gobierno”. Afirma Gabriel Albiac: “El Estado debiera garantizar a los representantes electos la continuidad de la media de ingresos percibidos en su privado oficio. Y ni un céntimo más. Ni uno menos. Cualquier mejora patrimonial de un electo durante sus años públicos debería ser tratada como el delito más vergonzoso en una democracia”. Una fórmula sencilla, clara y justa: el salario de un político de dedicación exclusiva debe ser el mismo que cobraba antes de ser político. Con un tope de 92.000 euros al año.
Evaristo Torres Olivas. Villarquemado
DdT 12/3/2010

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Magnífico, una vez más. Y sus anteriores artículos, que también hemos leído con gusto, no le andan a la zaga. Muchas gracias por su visión de las cosas y por estas reflexiones.

Anónimo dijo...

Lo más inmoral de nuestro sistema politico es que no elegimos a fulanito ni a menganito. Elegimos una lista de un partido. A estas alturas de la película ya sabemos como se elaboran esas listas y como sitúan en ellas a los "candidatos".
Creo que el problema de lo que cobran interesaría menos sino fuera porque no les hemos elegido.Antes los eligió el partido por nosotros. Eso es lo que irrita más a la gente.
Como tu decías muy bien en otro artículo, estamos llenos de patriotas de partido. No puede ser de otra manera, pues el partido les da o no les da la oportunidad de tener un salario y unas prebendas que no obtendrían nunca, muchos de ellos, fuera de la politica. Por eso esas listas están llenas de "agradecidos" al partido.Servir al partido antes que al pueblo.
ARB